La Revista Alaire Bienestar- Ciencias- Arte fue un proyecto llevado a cabo en España por grandes entusiastas de la poesía como Rafael Calle, José Juan Martínez Ferreiro, Luis Oroz, Benjamín León, Sara Castelar, la inolvidable Blanca Sandino que ya no está entre nosotros y un servidor. Durante el primer año, 2008, la revista era digital y acogía a un buen número de destacados poetas de España y Latinoamérica, asiduos todos ellos del Foro Alaire, de estilos variados, gente muy curtida en la poesía, por citar unos nombres, como Julio González Alonso, Julián Borao, Just Gafar, Mario Martínez, Carmen iglesias, Ramón Carballal, Marian Ramentol, Amparo Guillén, Rafael Teicher, Pedro Arguedas, José M. Fernández Febles, Francisco Lobo, Pilar Iglesias de la Torre, Santiago Redondo, Federico Ruibal, Antonietta Valentina, José Manuel Saiz, Mari Cruz Agüera, Jerónimo Muñoz, Ana Villalobos , Marina Centeno, Joan Casafont, Hallie Hernández, Ricardo Serna, Alberto Batania, E. R. Aristy… una lista que se podría ampliar muchísimo de gente que aman la poesía, que viven la poesía y la comparten a pie de calle y en Internet.
-Hay otra parte de ti que se dedica a la organización y aporte de textos para la conformación de antologías poéticas. Entre ellas están: “Antología Poética Universos Diversos. Poesía del Siglo XXI”, donde participaron un total de veintidós autores, once hombres y once mujeres; “Un Mundo y Aparte” y “Área Reservada” publicadas en Bubok Publishing. Y “Antología Homenaje a José Ángel Valente -Ciudad Celeste-” editada por el Instituto de Estudios Almerienses; además de “Antología Más Allá del Sur” presentada por la editorial Letra Impar. “¿Qué significado tiene para ti este desempeño y como es qué ocurre el proceso de selección de textos?
-Soy inquieto, quizá algo hiperactivo, necesito continuamente sentir que el mundo funciona, que el mundo es tarea de todos y por ese motivo muchísimas personas no cesan de dar vueltas a la manivela que hace que la humanidad actúe y pueda desempeñar las funciones que permitan su desarrollo a la vez que ser útiles unos con otros, conectar con los demás y facilitar para que los demás conecten contigo. “Un Mundo y Aparte” y “Área Reservada” fueron las primeras antologías que emprendí, en 2007 y 2008, con muy buena aceptación por parte de poetas de España y Latinoamérica. Aún hoy diez años después se siguen registrando descargas y lecturas de estas esplendidas pero a la vez sencillas obras poéticas. Respecto a la “Antología Poética Universos Diversos. Poesía del Siglo XXI”, año 2009, comentar que quizá fuimos de los primeros, si no los primeros, en emplear el término “Poesía del Siglo XXI”. Le debo mucho a mi querido amigo Jerónimo Muñoz Palma, enorme poeta y crítico excepcional, él fue la persona responsable de seleccionar a los 22 autores de entre los más de 100 que presentaron sus trabajos, once hombres y once mujeres –por el hecho de la paridad entre los dos sexos, muy en uso en esas fechas, no queríamos hacer un libro voluminoso, solo una pequeña muestra de la poesía que se estaba haciendo en esos momentos en que Internet, a través de los foros que empezaban a pulular, facilitaba la interacción entre personas de cualquier parte del mundo y estimulaba a personas indecisas a sacar sus poemas de olvidados cajones para, tímidamente, mostrarlos al mundo.
Después llegaron más antologías como las que mencionas y algunas anteriores siguen siendo testimonio de los álgidos tiempos que vive la poesía, como una lluvia abierta que te va calando hasta los huesos.
El proceso de selección de textos siempre es tarea ardua e ingrata, ardua porque tienes que leer todos los textos que recibes en un corto periodo de tiempo e ingrata porque finalmente tienes que desprenderte de algunos que son tan valiosos como los demás pero que las limitaciones de un libro imponen y hay que aceptarlo.
-Desde el 2003 hasta la fecha el lector puede encontrar textos tuyos en diferentes antologías, en blogs, en ediciones impresas de varias revistas literarias; todo ello junto a escritores de diferentes países y diferentes maneras de decir. Pensando en los inicios, cuando tus textos comienzan a ser antologados hasta la actualidad ¿Cuál es la principal diferencia entre los unos y los otros? ¿Cuál su denominador común y su principal riqueza para ti como escritor?
-La principal diferencia entre textos de hace diez, quince o veinte años, estimada amiga, es la madurez no ya poética, sino la madurez humana que te urge a manifestar las razones de tus miedos, angustias, inquietudes… más allá de lo que la palabra es capaz de decir. El hombre en sus limitaciones necesita liberar la angustia y eso solo es posible a través de la introspección, un viaje al interior de uno mismo, tratando de salvar las turbulencias generadas entre el consciente y el inconsciente, y la poesía es una gran herramienta en ese sentido.
-Has dicho “Al margen de cualquier vehemencia o connotación alienante asumo la poesía como un refugio donde busco amparo y certeza especialmente cuando llego a sentirme tan indefenso y solo como un grano de arena en un glaciar”. ¿Qué opinión te merece la poesía contemporánea y no te pregunto por el asunto del desenfado o de la experimentación que está ocurriendo en cuanto a formas sino por la connotación de vivir un mundo donde esa soledad a la que apuntas -en tus palabras subrayadas- puede que tenga que ver, en sentido general, y cada día más con la expresión geopolítica de las redes sociales, las no relaciones sociales, la innovación tecnológica, la desigualdad y el mundo ingobernable en el que vivimos?
-Entiendo la poesía como algo íntimo, espiritual y profundo, fuera de ese contexto la poesía es literatura, suelo decir que la poesía es un grito hacia dentro, una reflexión constante. La poesía no cuenta historias, no dice nada, solo muestra al ser humano y sus pesquisas, sus requerimientos, anhelos, miedos, tentaciones. La poesía es una conducta y no es, necesariamente, una representación, un ornamento o un acto informativo. Hoy se escribe más poesía que nunca en el mundo, pero ¿es en verdad poesía? Como humanos somos componentes impersonales, gregarios, y también en poesía tendemos a crear círculos de conveniencia donde la poesía es lo que menos importa y lo que mayoritariamente prevalece es el corporativismo y el “colegueo” para hacerse valer en la parafernalia política e institucionalista a cargo de ciertos políticos que buscan la foto con los “modernos” y les trae al pairo la poesía y los poetas.
– ¿Algún nuevo proyecto o publicación?
-No bromeo cuando digo que tengo unos treinta libros inéditos, confieso que para ciertas cosas soy algo vago, escribo, como diría Borges, para mi propia vanidad; pero efectivamente, un par o tres o cuatro libros sí que tengo que publicar porque son los libros que estimo que –aun siendo poesía- pueden aportar algo a los demás. Leer poesía, incluso más que escribir poesía, te proporciona una visión explícita, evidente, del caos en que nos hallamos inmersos, generado por los desafíos de la existencia en todos los ámbitos: personales, laborables, sociales… La poesía ayuda a “quitar yerro” a ciertos asuntos, reduce la complejidad y minimiza la angustia, la poesía te ayuda a encontrar vías de salida para salvar barreras ya sean mentales, físicas o espirituales.
– Alonso de Molina, seudónimo con el que te conocen “quienes me conocen, en el ámbito de la poesía”. ¿Cómo y por qué surge? (¿algo que ver con el fray Alonso de Molina?).
-Jajaja, permíteme las risas. Me sorprendí cuando de repente se me apareció este fraile; quizá el karma, quién sabe, de niño frecuentaba la congregación de los Frailes Dominicos de Almería, así es que cuando indagué sobre Alonso de Molina, buscando quién podría ser el titular del seudónimo que utilizo me sorprendió que hubieran dos personajes de la historia, además relacionados con la conquista de América. Según la Wikipedia, Alonso de Molina, (Úbeda, España, Ecuador, 1531) militar español. Participó en el segundo viaje de Francisco Pizarro en pos del imperio incaico, siendo uno de los Trece de la Fama, es decir, uno de los trece soldados españoles que no quisieron abandonar a su jefe en la isla del Gallo. Y por otro lado, Fray Alonso de Molina, lexicógrafo español, hijo de inmigrantes españoles en la Nueva España, (Extremadura, España, 1513, Ciudad de México, 1579); construyó el vocabulario más completo en lengua náhuatl del cual fue base de nuevos vocabularios y diccionarios modernos en esta lengua. Nada que ver con ninguno de ellos, como puedes ver.
-Algo más que desees comentar?
Decir que me considero autodidacta. Que literariamente no tengo un currículum académico. Que soy una persona que ha vivido, y vive, a salto de mata; mi educación más que precaria es nula, así y todo, llevado por algún atávico instinto, procuro apartarme de la mediocridad, de ese asfalto hirviente que te quema los pies y te hace tragar saliva mientras apartas la vista de lo mezquino y vulgar. Que a pesar del tiempo que ha transcurrido desde que nací y los kilómetros que he recorrido, me siento a veces náufrago incapaz de entender a las personas y comprender lo que ocurre en el mundo.
De muchacho me sonreía con Mafalda, me encandilaban los versos de Lorca, Miguel Hernández, Machado… y me alborotaron poetas como Leonard Cohen, Jaime Sabines o Carlos Edmundo de Ory. Después fueron llegando Neruda, Pablo De Rokha, Vicente Huidobro, Walt Whitman, Baudelaire, Cortázar, Paul Éluard, Borges….
De joven también me gustaba leer el Tao Te King de Lao Tsé y los aforismos de Nietzsche; leía los Yoga Sutras de Patanjali y por mi enorme afición a las artes marciales leía con devoción al maestro zen Taisen Deshimaru. Y algo me debe de quedar de este apego oriental, pues en los últimos años vengo leyendo a autores japoneses como Haruki Murakami, que espero que por fin le den el Nobel de Literatura porque lo merece, como ya ocurriera con su compatriota Yasunari Kawabata que ha sido hasta ahora el único japonés galardonado con el Nobel de literatura.
Deseo enviar un saludo y mis mejores deseos para ti, Lazara, para Autores Indies y, como no, para tus lectores.
Y para finalizar tu amable entrevista, si me permites, por un lado, dejo algunos poemas de mi autoría publicados en distintas Antologías:
Amo la hoguera y sus misterios
Ciudad Celeste, Antología Homenaje a Valente, España, octubre 2016