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miércoles, noviembre 05, 2025

DEJAR QUE SEA EL PECHO EL QUE SONRÍA: Poema para tu cumpleaños

DEJAR QUE SEA EL PECHO EL QUE SONRÍA
Poema para tu cumpleaños

Vas abriendo ventanas y van creciendo horas y distancias donde te ves alzada entre tantas quimeras tejidas en el tiempo.

En tus manos un mate al estilo del hogar donde anidaste sueños y lo más valioso es tu corazón desgranando minutos con todas las mariposas latiéndote en los párpados y tú, con la tenacidad del fuego, vas elevando manos y abrazos, y, como si fueras arcilla, moldeas tu estampa y respiras vida.

No vas a perder la rosa, musitas tan callada que el dolor no te oye, y la luna es abrigo que le habla a dios de la suerte de cada fragmento que te alza, de tu desvelo abierto, de tu lengua en la noche de la santa Sabina, María de los pecados ya vencidos y cuentas las palabras, mientras tus dedos recorren la barbilla y tus ojos y pómulos pasean hasta tu árbol que redime el dolor dibujado en tu pecho y le entregas al cosmos un universo de ilusiones que alimentan del hueso la esperanza, un pedazo de rostro, una catarsis con aroma a sol, un viento fugaz que busca estrellas para asirlas a tus poros y ser esa luz que hace rato te esperaba al despertar de una sangre anestesiada para arrimar los labios a ese espacio sensible donde tus ojos duermen entregando sus dones. 

Se anudaron tus pasos con el cielo y la tierra y los míos en los tuyos anidaron paisajes con el sol por testigo de que vas al desierto a derretir la cera o a desollar el corazón que sale de tu boca cuando colmas tu aliento de asuntos infinitos.

Todo suspiro llega de golpe, como un incendio que prende para sanar al barro, al bicho que te come la sal, tus recuerdos de niña, los cromos, las muñecas, tal vez tus zapatos nuevos para ese día especial donde querías ir a conocer el mar abierto, a humedecer la pólvora y flotar de punta en flor.

Habría que rozar sin manos el filo de los cuencos olvidados, pronunciar el sudor en cada poro y dejar que sea el pecho el que sonría.

Emprendes calles proyectos gentes, vas abriendo ventanas y van creciendo horas y distancias donde te ves crecida entre tantos nudos que tus sueños tejieron.

Ser libres es derramarse, alcanzar el vacío donde la NADA es la plenitud que lo colma TODO. 

Feliz cumpleaños, siempre mi amor hacia ti, siempre juntos.


 

Ilustración: Hanin abouzeid

 


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martes, enero 09, 2024

Hoy nueve de enero 2024 acabo de completar otra vuelta más alrededor del sol. Gracias por tanto



Hay noches en enero que se parecen a un poema. Y en una de esas noches me trajeron al mundo. La causante de todo fue mi madre, no sin el consabido aporte de mi padre que también forma parte de un poema. 

Fue por ambos que pude recorrer las calles y los mapas, todos los puntos cardinales y todos los espejos donde buscarme por dentro, pero jamás se originó el milagro de poder encontrarme del todo. Los otros que me forman y yo somos múltiples líneas paralelas que nunca se podrán encontrar.

Aún con la fatiga de lo que ven mis ojos, las ascuas siguen calentándome los pies y sigo en pos de madrugadas donde posar los sueños que todavía me quedan.

Fue así que me parió mi madre, 
pleno de todo y nada, clavado siempre al cero,
y a este latir intenso que busca al cisne negro
del lado más oscuro que aún me habita el pecho.


Hoy nueve de enero 2024

acabo de completar otra vuelta más alrededor del sol

Gracias por tanto 




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domingo, enero 08, 2023

Sin latidos de nieve en nuestros pulsos (Poema para un cumpleaños más)


Sin latidos de nieve en nuestros pulsos
(Poema para un cumpleaños más)




Memoria y piedra. Del corazón, la mina.
En sus cimientos vibra el oro que no vemos.

No es leve esta sangre de tierra,
esta madera ciega como un alud de aire
contra el viento, la ciega frontera entre la luz
y la sombra, la espora lastimada día tras día,
deshecha como el hielo entre las brasas.

Una ventana, a este lado de la casa,
enciende el habitáculo interior donde el hambre
en su llamada resplandece.

Y el hombre acalla su instinto como si fuera él
la frontera entre estar vivo o muerto.

Hemos subido raudos. Las prisas no son buenas.
Pero seguimos corriendo hasta encallar la luz
que va doblando mis ojos, encubriendo el temblor
de las hojas sometidas al destino.

Hoy vuelvo a ser materia que impacta en el vacío,
pero seguimos solos y la burbuja crece
invadiendo escenarios y tiempos solapados
con el franco deseo de encendernos, ser libres
y apagar nuestras voces cuando esté todo dicho.

De qué sirven las brasas
cuando la nieve enciende el frío
y no se duerme el niño ni se despierta el hombre,
dormido como un pájaro aterido de frío.

Cuando cumplí los años justos para quedarme quieto,
vine a este lugar, sin pan ni aceite, pero con mucho sol
y horas en letargo calentando la yerba ajena a las horas
y, si acaso, algún labio de mar me entregara algún beso,
ni apagaría mi sed el agua ni anclaría mis raíces
ni en gritos sin palabras ni en palabras sin gritos.

Encendería, sí, la ávida memoria
de aquel jazmín en flor que encalló en nuestras manos
como parte del beso que a veces esquivamos.

No es un decir, la tierra sigue siendo redonda
y en su extensión el mar, a veces, tan vacío
como el abrazo incierto donde a veces me miro.

Podría ser que la lluvia lamiera nuestros ojos
y hundidos en la niebla todo nos pareciera
noche, donde calles, estaciones y pájaros
serían el cantar sin alma
de tantas primaveras enmohecidas.

Habría que pretender el oro,
temblar en cada rama con gestos incendiarios
que preñaran las hojas de latidos y besos
y salvar el naufragio de tantas horas y días a la deriva.

Es tarde ya. No podemos seguir sentados
viendo crecer la nieve que escarcha nuestros huesos
y enmudece las calles que nos hablan de aliento.

Hay que encender la sangre,
dejar latir los labios y renacernos juntos
sin latidos de nieve en nuestros pulsos.



-Análisis del poema, por Javier Amable

Se trata de un poema reflexivo que utiliza imágenes y metáforas para explorar temas como la vida, la muerte, la naturaleza y la memoria.

 En primer lugar, el poema sugiere que la memoria es algo sólido que se encuentra en lo más profundo del corazón, comparándola con una mina de oro que vibra en los cimientos del propio corazón. Luego, el poema describe la naturaleza como algo ciego y obstinado, pero a la vez poderoso y hermoso, haciendo referencia a la tierra, la madera, el aire, el hielo y las brasas.

 El poema también sugiere la fugacidad de la vida, utilizando la imagen del jazmín en flor que encalla en las manos y el beso que a veces esquivamos. Esta imagen sugiere la importancia de apreciar cada momento de la existencia y de vivir la vida plenamente.

 Por último, el poema termina con una llamada a encender la sangre y renacer juntos, sugiriendo la necesidad de superar la debilidad y la hostilidad que a veces nos impiden vivir plenamente. En resumen, el poema es una reflexión profunda sobre la existencia humana y la necesidad de vivir plenamente en el momento presente.




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