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martes, enero 09, 2024

Hoy nueve de enero 2024 acabo de completar otra vuelta más alrededor del sol. Gracias por tanto



Hay noches en enero que se parecen a un poema. Y en una de esas noches me trajeron al mundo. La causante de todo fue mi madre, no sin el consabido aporte de mi padre que también forma parte de un poema. 

Fue por ambos que pude recorrer las calles y los mapas, todos los puntos cardinales y todos los espejos donde buscarme por dentro, pero jamás se originó el milagro de poder encontrarme del todo. Los otros que me forman y yo somos múltiples líneas paralelas que nunca se podrán encontrar.

Aún con la fatiga de lo que ven mis ojos, las ascuas siguen calentándome los pies y sigo en pos de madrugadas donde posar los sueños que todavía me quedan.

Fue así que me parió mi madre, 
pleno de todo y nada, clavado siempre al cero,
y a este latir intenso que busca al cisne negro
del lado más oscuro que aún me habita el pecho.


Hoy nueve de enero 2024

acabo de completar otra vuelta más alrededor del sol

Gracias por tanto 




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domingo, enero 08, 2023

Sin latidos de nieve en nuestros pulsos (Poema para un cumpleaños más)


Sin latidos de nieve en nuestros pulsos
(Poema para un cumpleaños más)




Memoria y piedra. Del corazón, la mina.
En sus cimientos vibra el oro que no vemos.

No es leve esta sangre de tierra,
esta madera ciega como un alud de aire
contra el viento, la ciega frontera entre la luz
y la sombra, la espora lastimada día tras día,
deshecha como el hielo entre las brasas.

Una ventana, a este lado de la casa,
enciende el habitáculo interior donde el hambre
en su llamada resplandece.

Y el hombre acalla su instinto como si fuera él
la frontera entre estar vivo o muerto.

Hemos subido raudos. Las prisas no son buenas.
Pero seguimos corriendo hasta encallar la luz
que va doblando mis ojos, encubriendo el temblor
de las hojas sometidas al destino.

Hoy vuelvo a ser materia que impacta en el vacío,
pero seguimos solos y la burbuja crece
invadiendo escenarios y tiempos solapados
con el franco deseo de encendernos, ser libres
y apagar nuestras voces cuando esté todo dicho.

De qué sirven las brasas
cuando la nieve enciende el frío
y no se duerme el niño ni se despierta el hombre,
dormido como un pájaro aterido de frío.

Cuando cumplí los años justos para quedarme quieto,
vine a este lugar, sin pan ni aceite, pero con mucho sol
y horas en letargo calentando la yerba ajena a las horas
y, si acaso, algún labio de mar me entregara algún beso,
ni apagaría mi sed el agua ni anclaría mis raíces
ni en gritos sin palabras ni en palabras sin gritos.

Encendería, sí, la ávida memoria
de aquel jazmín en flor que encalló en nuestras manos
como parte del beso que a veces esquivamos.

No es un decir, la tierra sigue siendo redonda
y en su extensión el mar, a veces, tan vacío
como el abrazo incierto donde a veces me miro.

Podría ser que la lluvia lamiera nuestros ojos
y hundidos en la niebla todo nos pareciera
noche, donde calles, estaciones y pájaros
serían el cantar sin alma
de tantas primaveras enmohecidas.

Habría que pretender el oro,
temblar en cada rama con gestos incendiarios
que preñaran las hojas de latidos y besos
y salvar el naufragio de tantas horas y días a la deriva.

Es tarde ya. No podemos seguir sentados
viendo crecer la nieve que escarcha nuestros huesos
y enmudece las calles que nos hablan de aliento.

Hay que encender la sangre,
dejar latir los labios y renacernos juntos
sin latidos de nieve en nuestros pulsos.


-Análisis del poema, por Javier Amable

Se trata de un poema reflexivo que utiliza imágenes y metáforas para explorar temas como la vida, la muerte, la naturaleza y la memoria.

 En primer lugar, el poema sugiere que la memoria es algo sólido que se encuentra en lo más profundo del corazón, comparándola con una mina de oro que vibra en los cimientos del propio corazón. Luego, el poema describe la naturaleza como algo ciego y obstinado, pero a la vez poderoso y hermoso, haciendo referencia a la tierra, la madera, el aire, el hielo y las brasas.

 El poema también sugiere la fugacidad de la vida, utilizando la imagen del jazmín en flor que encalla en las manos y el beso que a veces esquivamos. Esta imagen sugiere la importancia de apreciar cada momento de la existencia y de vivir la vida plenamente.

 Por último, el poema termina con una llamada a encender la sangre y renacer juntos, sugiriendo la necesidad de superar la debilidad y la hostilidad que a veces nos impiden vivir plenamente. En resumen, el poema es una reflexión profunda sobre la existencia humana y la necesidad de vivir plenamente en el momento presente.




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