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domingo, diciembre 05, 2021

Es el día gritándole al interior de círculo



.

Nosotros levantamos el fuego
lanzando piedras a la oscuridad del bosque.

Comprendíamos las razones del sol y de la luna,
tal vez nuestras sandalias profanando la grava
forjaron su abandono negando a nuestros dioses.

Mientras el hombre danza con su sombra
para librar al cuerpo del poder de la mente,
los cuatro puntos cardinales le observan
e impasibles ocupan los círculos
que encierran sus palabras.
No es la ausencia de voz
perdida en su inventario de dicciones:
es el día gritándole al interior del círculo

crecido en el silencio
donde arden las llamas

prendidas al misterio del fuego.




Reseña: Javier Amable

Resumen

Este poema evoca la creación de luz en la oscuridad mediante el acto de levantar fuego con piedras en el bosque. La lucha contra la ignorancia. La danza del hombre con su sombra sugiere una conexión con lo primitivo para liberarse del control mental, observado por los puntos cardinales como presencias cósmicas. Las llamas en el misterio del fuego simbolizan la búsqueda de conocimiento más allá de las palabras. La ausencia de voz y el grito del día en el círculo enfatizan la importancia del silencio y la meditación para escuchar la voz interior y universal. 

La imagen de levantar el fuego arrojando piedras a la oscuridad del bosque, acto de crear luz en la oscuridad, sugiere una búsqueda de conocimiento y una lucha contra la ignorancia y la falta de comprensión. El poema sugiere que los protagonistas son capaces de comprender las razones del sol y la luna, y que sus acciones, como caminar sobre la grava, han llevado a la negación de los dioses tradicionales.

La segunda estrofa describe al hombre danzando con su sombra, lo que podría ser interpretado como un intento de conectarse con su lado más oscuro y primitivo para liberarse del control de la mente. Los cuatro puntos cardinales observándolo podrían representar una especie de presencia divina o cósmica que rodea al hombre en su intento de liberarse. Las llamas que arden en el misterio del fuego simbolizan la búsqueda del conocimiento y la comprensión más allá de las palabras. 

La última estrofa es quizás la más enigmática, ya que habla de la ausencia de voz y de un día gritando en el interior del círculo, donde arden las llamas. Esto podría ser interpretado como una referencia a la importancia del silencio y la meditación para poder escuchar la voz del universo o del yo interior. El círculo podría representar la totalidad de la experiencia humana, y las llamas podrían ser una metáfora del fuego sagrado que simboliza la búsqueda espiritual. 

El poema tiene una gran riqueza de imágenes y metáforas que pueden ser interpretadas de diferentes maneras. La primera imagen que se presenta es la de un grupo de personas levantando fuego lanzando piedras a la oscuridad del bosque. Esta acción podría ser vista como un intento de controlar la naturaleza y la oscuridad mediante la luz del fuego. Además, la imagen de las sandalias profanando la grava podría sugerir una falta de respeto hacia la naturaleza y los dioses que la habitan.




Fragmento del libro Un humano cualquiera

Imagen
Tatranska Magistrala (Slovakia)




©texto e imagen Alonso de Molina




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viernes, diciembre 11, 2020

Joyas de la naturaleza que debemos proteger. 11 de diciembre Día Internacional de las Montañas. Mulhacén o cualquier otra cima en la montaña

 

Proclamado en el año 2002, por la Asamblea General de la ONU, el 11 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Montañas, un ecosistema frágil que hay que proteger y que tiene cabida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

 

La energía y sus flujos a través de la tierra se mueven hacia nuestro cuerpo
y desde nuestro cuerpo hacia la tierra como un todo inseparable,
como la sangre, el aire, el agua,….
Pero la tierra observa sin preguntarnos nada,
solamente nos llama o nos escupe
para dejar a nuestra suerte al futuro expectante:
un crack, un estallido directo a la causalidad,
al efecto directo de nuestras acciones,
karma y nirvana, samsara eternal.

Pero no pienses, ahora no pienses,

siente y observa la belleza de no pensar en nada.



El día no establece la prudencia cuando la nieve alcanza el vacío
y la llanura alaba el prominente blanco de los vértices.
Se derritió la escarcha sobre mi pelo ansioso
con la mirada hambrienta clavada en la quietud de los heleros.
Hay un lenguaje sordo perdido en lo insondable.
Tan solo somos superficie acomodada en la envoltura,
en la corteza que creemos que es la vida.
Y no sabemos nada del mundo y sus misterios.


Me persigue la mar abriendo cicatrices que apuntan al sur.
Pero no lloraré a un paraíso en otro paraíso.
No puedo reinventarme un sol ni culpar a la luna por la huida del fuego.
¿Qué hueco, qué oquedad toca un nocturno con los silbidos del viento?
¿Acaso no concurre en las alturas el oblicuo borrón de los labios que proclama el océano?
Para cumplir su ciclo, desde el mar y la nube, el agua se alza sobre vías y barrancos
como una hoja transparente para purificar la vida y ser paz para el hombre.

(Buscándome las huellas presentí tus secretos, las piedras y cenizas que albergaron tus siglos, tus surcos y colores, quería mirar la luz sobre tu cara, Mulhacén. No acudieron a mí la agudeza del pájaro ni los cuerpos amantes para salvar la incertidumbre. Los hilos de la nieve y mis pies fueron tan frágiles como un pueblo dormido ante el fragor de los volcanes. Como el dolor, la cumbre es transitable, pero como el soldado que regresa a la guerra los huesos sienten vértigo sobre el peñón magnético, es como una batalla que te intimida y atrae).

Sin paraísos que acoger
¿quién podría caminar sin estos fuegos
por las delgadas capas de los sueños?
La cima es solo un punto en la distancia,
una canción desentonada y fría en un lugar perdido en lo más alto de la nada.

Pero tejidos a la bruma renacieron los símbolos,
la montaña giró hacia nosotros
y en un frío absolutamente hermoso
mis pasos en la nieve se crecieron.



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Cuenta la leyenda que el rey moro Mulay Hasan, uno de los últimos reyes del Reino de Granada, por los cristianos llamado Muley Hacén, hastiado del trato con las personas que lo rodeaban, entre estas, su propia esposa Aixa y su hijo Boabdil que capitanearon una rebelión contra él, ordenó que a su muerte, para estar cerca del cielo y alejado de la gente, fuese enterrado en el lugar más alto e inaccesible de su reino. Del nombre de este rey nazarí proviene el nombre de la cumbre más alta de la península ibérica: Mulhacén, 3.479m.

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Texto: Mulhacén o cualquier otra cima en la montaña, de Los pasos encontrados.©Alonso de Molina

 Imagen: cumbre del Mulhacén. 2013.

 

 

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domingo, septiembre 09, 2012

_La lenta evolución de los instantes (Ascensión al Aneto)








Era un zigzagueo de piedras entre el sonido manso del agua
y el sereno perfil del inicial creciente de la luna.

Prestos a ser origen atravesamos rápidos
 un bosque nebuloso, hermético y confuso,
de persistentes muecas y silencios abiertos.
El alba consentía en adaptar sus formas
para escoltarnos paso a paso sobre la roca y sus misterios.

(Si el albor prorrogara el tiempo de esta efímera luz se hundiría  mi rostro en cuadrantes y mapas apremiando en atajos los perfiles de agosto. Estalla la ventisca sobre el aire y el sol, el ocaso se aleja  de nuestros pies cansados descifrando la danza que persigue la niebla ¿Cómo dejar de sonreír ante la luz descalza surgida del glaciar?).

Quiero correr, llegar
a las puertas del viento que circundan tus piedras,
rebasar el mercurio, el argento metal de las inertes cumbres.
Pero pesan mis pies
entre las aguas nómadas que bajan impacientes
acariciándose en los huecos de surco en surco,
puliendo las heridas del severo perfil de tus pinturas.

Sé de mi sangre y pulso, esa marea viva
que pretende volverse al punto de partida
yendo del vértigo a la calma, a la tempestad
de ese influjo interior que nace de los sueños,
cansada luz sin lengua y sin oídos afrontando el vacío,
creciendo en los abismos de la raíz exacta de los miedos.

(La carnívora historia, tan ausente en mi boca, mostrará impasible su más frío color sobre las desaguadas cumbres; y en sus bases las vetas del desierto, apuntando a las nubes, cantarán su victoria).

Sin sopor ni recelos se dividen los astros
y el vértigo se mueve como inquieto presagio
entre la nieve, el aire, el agua,
la roca y la ventisca.

Siendo llamados a la piedra que respira, 
nuestros ojos y oídos son un norte de luz
que nos regresará al vértigo
como una indefinida danza imprecisa e inquieta.
Con todo el hambre junto,
 te das cuenta que estás solo.
Sin espejos, sin lluvia, sin promesas,
no existirá el mismo río ni el mismo barro
ni la misma piedra.

(Me recuerdo  abstraído en tu pecho vislumbrando tus cauces y macizos y yo, que solo soy un rostro más que tiembla, voy clavando los pies con un dolor inmenso  latiendo por las venas, la soledad y los deshielos).

Horizontal al  limbo, te aguarda efervescente la lenta evolución de los instantes,
 la asimetría de las formas,  la hoja siempre en blanco
y el nombre de un profeta que trenza un puente entre la tierra y el cielo.




Adm

Dedicado a PG que me subió en volandas y regresé a la tierra sin darme cuenta que casi toqué el cielo

Imagen

Travesía glaciar del Aneto. Agosto 2012. Cortesía de www.enlabuhardilla.com


Lectura recomendada

Aneto, el glaciar que agoniza
 El glaciar del Aneto, el más importante del sur de Europa, agoniza. Se funde como un azucarillo. Las imponentes y robustas masas de hielo que retrataron alpinistas pioneros del Centre Excursionista de Catalunya a principios del siglo XX ha dado paso a una geografía de placas heladas finas, segregadas y en descomposición. Un invierno y una primavera sin nieve y un verano caluroso en el Pirineo han hecho que este septiembre el glaciar haya alcanzado la superficie más reducida de su historia; "al menos, desde la Pequeña Edad del Hielo (1820-1830)", según explica Javier Chueca, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Zaragoza. "Desde 1988, no he visto una erosión del glaciar del Aneto como este año", sentencia Antonio Lafón, responsable del refugio de La Renclusa (al pie del Aneto y el Maladeta, a 2.140 m. de altura), un testigo que lleva 40 años constatando los efectos del calentamiento sobre este macizo.
 
 

sábado, diciembre 03, 2011

_Somos cientos los que andamos al sol en busca de una habitación para todos (un poema geológico, acaso inmenso)

A pesar del cansancio, en la primera noche,
no me llegaba el sueño, y fue Góriz la inclusa,
la nube negra y honda
que atándome a las dudas
me ahogó en mi propio aliento.
Necesitaba oxigeno. Necesitaba luz.
Abandoné el camastro, bajé las escaleras
en busca de un espacio donde encontrar mi norte.

Amordazado al tiempo y a los relojes,
como emergiendo
de un cascarón de agua oscura,
la noche descendió conmigo.
Mis sentidos crecieron nutriéndose de estrellas
y yo busqué su pecho como una hoja verde
busca la protección del tallo.

Mamándome los astros
expurgué los pecados
enraizando mis pies en la faz de la luna.

(Casi desnudo, casi sin huesos ni dientes, pero con todo el vientre del universo bailándome en los ojos seguí un camino que no existe, una improbable senda de ilusorio plumaje por la que anduve esperanzado y ansioso hasta el ambiguo abismo en que la providencia dejó caer ante mí la abierta cara de una piedra, de un árbol, de una flor, y desde el otro lado de mi cuerpo yo seguí oteándolo todo como quien cruza una calle extraña y desconocida).

-2-

Ciñendo al vértigo las huellas
mi sombra y yo nos dirigimos
hacia el lienzo borroso del ventisco,
con la cabeza dura tallando la pedrera
rectos nos despeñamos
al influjo magnético de la cumbre.

Yo la besé sin ser la nube libre,
del asombro al calor me erguí tan satisfecho
 que los cabellos plateados
de la flor y la nieve
se acercaron a mí para acentuar mi aliento.

(No he venido conciliador a verte, tus atributos crecen conforme mi dolor avanza, solo  soy cuerpo y causa, un ser en permanente retroceso, en endémico ajuste. Pero nos quedan tantas barreras por vencer que incluso  nuestra materia se angustia al pervertirnos en el propio ego de la felicidad. Solo que la felicidad debe ir paralela a nosotros como la propia sombra que no se aparta ni de los miedos ni de la prudencia ni de los arrestos). 

-3-

Al amanecer
el cielo y sus colores nos colgaron del pecho
amuletos y emblemas,
avanzamos por una marea de piedra
que como un latido del corazón
asciende en vertical
sobre el sellado muro del horizonte.
Pero en verdad,
más allá de nosotros mismos,
el camino trasciende a nuestro mundo único
y nos transforma en parias relegados a nuestra propia fuerza.

Es tiempo de hojas blancas, de pájaros y manos desnudas,
de abandonarse al mundo y contemplar la lluvia.
Asumo que no tengo hogar,
que un universo extraño yace sobre mis hombros
mientras pasa la gente con los ojos callados
inmersos en su propia verdad.

(No nos pesan las máscaras de campanas esquivas que te abrazan y huyen hartas de soportarse a sí mismas en las opuestas fuerzas que nacen del afecto. Quizá hubiera sido buena idea extraviarnos, haber dormido al raso muchas más veces y haber ayunado algunas menos. Un sueño puede ser una herida o un barco de promesas. El camino se busca dando vueltas sobre uno mismo, sobre los propios miedos y flaquezas, rectificando cada paso para llegar a ser el que ya eres).


-4-

hay un letargo inquieto preservando los ritos,
la súbita respiración de un agua que derrama el oxígeno
y en la piel de la tierra permanece infalible
el aliento certero de unos huesos y sangre
que caminan absortos
sobre cada astilla de nuestros latidos
mamándose los miedos
para ir y venir de lo profundo a la nada.


Bajo el crecido sol incluso respirar pudiera ser
el equívoco mapa que en los pies decrece
para unir nuestras huellas
a los voraces labios del desierto,
allá, en el sagrado abismo,
donde toda la soledad cabe en un solo instante.


(Tenemos la necesidad de nutrir nuestras emociones, salvar nuestras barreras y ubicar nuestro propio espacio para la felicidad; los caminos se andan y desandan a veces casi al mismo tiempo y en similar medida, porque estancados en la nada nos queda la torpeza de renunciar a la vida para dejarnos ir  hacia  el abandono, hacia el filo de espadas imposibles).


-5-

Pero no languidecen las fuerzas de la naturaleza,
la inocuidad del mundo persiste en sus rutinas;
en palabras de Thomas Tranströmer
somos cientos los que andamos al sol
transitando deprisa camino al infinito,
en busca de la puerta entreabierta
que nos lleve a una habitación para todos.


.-.


El macizo del Monte Perdido esconde algunos de los rincones más espectaculares de los Pirineos, el geógrafo franco alemán Franz Schrader, destacado estudioso de los glaciares pirenaicos en el siglo XIX, lo llamó "inmenso poema geológico".
Epicentro del macizo calizo más elevado de Europa, surgido del mar y cuya erosión glaciar y fluvial ha ido abriendo durante millones de años, gargantas y circos de belleza sin igual, deja al descubierto los estratos rocosos que en algunos rincones acogen formas asombrosas como los Valles Ordesa, Añisclo, Pineta, Gavarnie  y Bujaruelo.

Especial dedicatoria a los compañeros y compañeras que juntos disfrutamos, en agosto de 2011, de este hermoso poema geológico que diría Schrader, ellos son Pilar, Laura, Jaime y Julián.

 

..-.-.- 
14 AÑOS DESPUÉS...27-10-2025

Habitación al sol

Somos cientos andando los caminos
la sed en la garganta
el dolor en los talones
y la voz convertida en polvo de camino

Andamos al sol
hacia la sombra compartida,
no por fe, por el hambre
de polvo y amistad

Una puerta nos basta, si se abre hacia todos.
Basta un camino si el caminar es para todos

basta una habitación
si el techo es el cielo
y las paredes versos que compartimos todos.

Cargamos sin apenas peso
lo que no cabe en los bolsillos
el dolor y la risa
y el tímido poema
que aún no se atreve
a mostrarnos sus versos.

Pero avanzamos.
Y en cada paso,
la luz nos reconoce
como si fuéramos la casa
que aún no existe, pero se sueña.


sábado, diciembre 04, 2010

El exacto pezón de la montaña





En las primeras horas de la tarde del día 8 de marzo de 1960, en las paratas de Chorreras Negras (2.408m.) en la base del Picón de Jérez (3.090m.) cayó un avión perteneciente a las fuerzas navales norteamericano que procedente de Nápoles se dirigía a Rota (Cádiz). Gracias a la gran acumulación de nieve que se produce en este lugar de Sierra Nevada, pero sobre todo gracias a la resuelta intervención de los habitantes de Jérez del Marquesado ((1.237m.) y vecinos de alrededores, pudieron rescatar con vida a la totalidad de los 24 ocupantes del avión siniestrado
.
No voy a escribir prebendas
en la delgada lámina
donde la audacia expone su verdad.

Podría silenciar la muerte de las ninfas
o la de los ahogados bosques
que graban en sus ramas los rostros del gentío,
pero entre el pecho y la virtud
ninguna noche silenció los labios
para los que quisieron caminar
sobre el extremo solidario del helero.

Asumiendo el ventisco como meta
tan sólo fueron un paraje anónimo,
pero un paraje henchido de valores
escritos en el mapa que hoy nos muestra
el néctar generoso del auxilio,
el exacto pezón de la montaña.

Con admiración y respeto, sirvan estas letras como humilde homenaje a todas esas personas que participaron en el rescate poniendo en riesgo su propia vida.


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©Alonso de Molina


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lunes, septiembre 14, 2009

_Del brillante blancor alpino a la subdesértica arcilla de Almería


Ayer, nuevamente, los caminos ofrecieron sus cauces a nuestros pasos. Los ocres traspasaban los ojos con la agudeza de unas obstinadas sendas que nos mostraban la cara y cruz de las verdades: Del brillante blancor alpino a la subdesértica arcilla de Almería.


Nuestra patria en su albor acogió con esmero las desganas y afanes. La renuncia y la entrega. Y en su luz inundó las horas de franqueza y bondad.


Nada podría detener la acogida. Las fuerzas pertenecen a la tierra que sostiene nuestra certeza. Nada es apariencia. Los cuerpos sienten cómo la energía se funde y complementa formando parte el uno del otro. Compartiendo dinámicas exactas, paralelas emociones, inquietudes que danzan en pos de nuevos empeños.


Confieso que no consiguió la lluvia aplacar la fiesta, su caricia impregnó el suelo y levantó algunos sueños.





Imágen cortesía de
 http://www.enlabuhardilla.com/ 


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