domingo, mayo 19, 2024

Golf. Poesía en movimiento.


 

Poesía en movimiento
Golf y poesía confluyen. Dos mundos aparentemente distintos, encuentran un punto de convergencia en la contemplación, la belleza y la conexión con la naturaleza. Esta actividad deportiva es una fuente de inspiración poética. La afinidad por el golf desde el punto de vista de la poesía enlaza directamente con la contemplación y la belleza, que, de alguna manera, son elementos esenciales de la poesía.
En el juego del golf es esencial la contemplación, la pausa, el silencio, el respirar despacio. Un tono, llamémosle lírico y contemplativo, explorando tanto la técnica del juego como la experiencia emocional y estética que lleva consigo.
La belleza y elegancia de un swing bien ejecutado, el silencio cuasi meditativo en el campo y especialmente en las proximidades del Green, de alguna manera representa la conexión cuasi mística con la naturaleza.
Me atrevería a afirmar, que el acto de jugar al golf bien podría representar una metáfora de la vida y el arte, representa una confluencia profusa y evocadora entre el golf y la poesía.
Hoy en La Envía Golf.



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domingo, mayo 05, 2024

Relatos Sin Ton Ni Son: En primera persona del singular



Relatos Sin Ton Ni Son: En primera persona del singular
(Escritores Norte Sur). Autor: Alonso de Molina

Cada uno de los 44 títulos que conforman este libro es una ventana a un mundo de posibilidades, invitándonos a sumergirnos en un océano de ideas, emociones y experiencias. Cada relato es una puerta de entrada a un universo único, esperando ser explorado y comprendido.
1. La frontera
2. El corazón del día
3. La perversa lujuria que disfraza el silencio
4. Más pasión, a cambio de su alma
5. Ella mira la tele ajena a mis pesquisas
6. A diez centímetros de un beso
7. Inventar promesas y creer en las quimeras
8. El hombre olvidado
9. Mi ciudad, 1970
10. ¿No es peor levantarse de mal humor?
11. El motivo
12. Me acongoja no sentir excitación
13. Necesito mi Messenger
14. La cruda inanición
15. Muerto de celos
16. Aquellos tiempos valiosos
17. Dejar que sea el pecho el que sonría
18. Parábola de invierno
19. Busco el silencio en la palabra
20. El cuervo negro
21. El amparado fruto del árbol más sagrado
22. Los rostros que dibujan las tormentas
23. Sin orden ni concierto rompe las reglas
24. La ciudad es la estatua donde nadie se mueve:
25. Todo lo imposible es también lo real
26. Vientos que nos cierran los ojos y el futuro
27. Navegar sin rumbo ni destino
28. Domingo de sol en el secano de Tabernas
29. Oferta Irresistible 2x1€:
30. Inyectándole todas sus espinas quedó liberado
31. El tiempo va carcomiendo la coherencia y la armonía
32. Otro cuadro nocturno
33. El punto "G" de las gallinas
34. La infinita distancia de una luna en silencio
35. Días de inanición
36. Mis ojos sin destino caen al suelo
37. Mis amantes me esperan una a una o todas a la vez
38. Vivir es oficio y sabiduría
39. Patrones para amar
40. Una habitación para todos
41. El camaleón en su color
42. Mis horas frente a él
43. O eso dijeron ellos
44. Universos compartidos

 

Disponible en línea
https://www.amazon.es/dp/B0D3848WCN 

 


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viernes, abril 19, 2024

Encuentro fugaz, efímero como una tos





Mientras sobre sus cosas,
trapos y polichinelas diversos,
ella hablaba todo el tiempo
yo exploraba sus ojos con mis ojos.
Derretía mis labios de contemplar los suyos
sin parar de hablar.
Sin éxito frente a su cháchara
me levanté para marcharme
pero sus dedos se clavaron en mis manos
y las servilletas, los vasos,… el café, …
entre gemidos, rodaron por el suelo




Texto poético que nos sumerge en una escena de encuentro, donde las palabras y los gestos se entrelazan en una danza de emociones. La imagen de las servilletas, los vasos y el café rodando por el suelo añade un toque de caos y pasión. Alonso de Molina nos invita a reflexionar sobre la intensidad de los encuentros humanos y cómo las palabras y los gestos pueden dejar una huella profunda.

J.Amable

LA DUEÑA DE AQUEL DICIEMBRE
Vista de Poemas de Alonso de Molina (revistapenelope.com)





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©2005. Alonso De Molina
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martes, abril 09, 2024

La poesía es indispensable, pero no sabría decir para qué ¿Sobre qué escriben los poetas?


Sé que la poesía es indispensable,
pero no sabría decir para qué.
Jean Cocteau


¿Quién hace el poema, el poeta o el lector? ¿Hace el poeta al poema o, como decía Paul Valéry, es el poema el que hace al poeta? Quién sabe, en cualquier caso, la suerte que, cada uno por su lado, corren poema, poeta y lector.

Percibir el mundo, el complejo entramado de relaciones entre las personas, los acontecimientos, los actos… ¿puede responder a una habilidad intrínseca para descubrir el sentido de las palabras? ¿De qué forma se interpreta un poema?

¿Qué temas son los temas que deberíamos considerar como propios de la poesía? Los temas recurrentes son los mismos en todas las épocas, el amor, la religión, la muerte, la sociedad, las personas, el mundo en que vivimos, el mundo subjetivo… la desazón, el hastío de la existencia, el sentido que pretendemos dar a la propia vida, la angustia por la muerte a la que estamos condenados, la implicación del hombre con los asuntos sociales de su tiempo. Y erotismo, también hay erotismo e idealización del enamoramiento en la poesía. Incluso en las peores circunstancias de la vida, la gente se enamora y escribe poesía.

La poesía es, sobre todo, una inquietud capaz de arrastrarte a territorios suicidas y, además, la poesía, araña con las uñas el fondo de cualquier metal, escarba en la memoria para que nada muera, y te ofrece las llaves para que todo sea un preciado caudal que nos desborde y nos inunde de palabras, sonidos, sensaciones… sin más límite que el poder creacionista de cada autor. La poesía es una exigencia continua, una revolución constante donde la creación es un conjunto independiente y único que no necesita más explicación que la emoción que pueda llegar a generar.

La creación poética, a mi modo de ver, no tiene por qué imitar la realidad ni describir ni explicar nada, se explica por sí sola, o no se explica. En poesía, el poema es el puntal de la obra del poeta.

Pero más allá de la poesía, la meta-poesía implica la palabra y el silencio, implica al lector o espectador y exige del narrador elementos como la expresión corporal, miradas, sonidos, muecas... en un espacio escénico predispuesto para tal fin, para que pueda provocar en el público sensaciones que lo hagan ser partícipes y no meros espectadores de la obra en cuestión.

La poesía es compromiso, y si algo puede salvar al ser humano de las garras de su propio mundo interior, es la poesía.

Tuyo en la poesía
Alonso de Molina

#metapoesía 



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viernes, abril 05, 2024

Al otro lado habito

  


Amapolas, crisálidas y si acaso algún jazmín para mi huerto, que ahí está la luna mirándose en tu arena y la aurora prendida en la memoria del futuro imperfecto que te crece.

 

Hoy andas con el norte mirando al infinito, reclamando en justicia la libre flor de tus desiertos, quieres sellar al suelo las huellas de tu pueblo y untar de miel el vientre de todas las mujeres, que sus partos no borren la historia de este pueblo cuando la libertad se crezca en tu nación sagrada.

 

(Solo tu mar de arena, solo.  Solo tu cielo azul, tan solo. Solo tu voz, mis ojos, solos. Solo mi pueblo, mis ancestros, solos. Solo mis ángeles guardianes, solos. Solo mi raza y verbo, solo. Solo mi pertenencia entera, solo, a este lugar del mundo donde me pertenezco y soy). 

Llamo a la voz de los que sueñan que hoy se hilvana la vida al horizonte para tejer de estrellas la inmensa sinrazón de tus espacios. Yo quisiera escribir separando el dolor de mi pecho, anunciar por ejemplo que hoy ningún estado ejerce tiranía sobre tu pueblo, que no tendrás que conquistar tu libertad, pues naces con derecho a ella. Y quisiera decir que ya no hay heridas en el clamor del viento, que las noches se mecen creyendo en el mañana, que los dedos se enredan con más dedos y no con alambradas. 

 

(Cómo pesan las manos en el rostro. Qué proclamas se riegan con la sangre. Cuántas lunas dibujan los desiertos. ¿Acaso tiembla el viento en este suelo huidizo? ¿Cómo podríamos detener el drama de este reino de arena? Quisiera unir la risa a mis labios, pero mi boca debe permanecer atenta).

 

Es la hora feliz en que esta patria en sombras, eleve sus campanas. Es la hora feliz en que la luz se encienda en tus ciudades. Es la hora feliz de los que siembran esperanzas sin muros ni alambradas. Es la hora feliz de que el milagro nazca.

  

Al otro lado habito, donde la libertad no se detiene en leyes hipócritas, y la doble moral que nos invade significa tan solo que el mundo sigue siendo insolidariamente injusto e insolidariamente imperfecto.



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Texto: Alonso de Molina (España)

Imagen: Svklimkin (Moscow/Russia)

Textos rescatados.

Del poema: Yo También Soy Saharaui

RSC 01/12/2013 1312019484870

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Comentario:


En 1970, la ONU acordó un referéndum para que el Sáhara decidiera su propio destino. Aunque España se resistió al principio, finalmente aceptó y programó la votación para 1975. Sin embargo, ese mismo año, con Franco enfermo y España en crisis, Marruecos organizó la Marcha Verde con apoyo de la CIA y dinero de Arabia Saudí. Esta marcha consistió en civiles marroquíes escoltados por soldados que invadieron el Sáhara. A pesar de la condena de la ONU, Estados Unidos y Francia apoyaron la invasión debido a la relación del Frente Polisario con Argelia y la Unión Soviética, en plena Guerra.





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miércoles, abril 03, 2024

De Sur a Sur. Revista de Poesía y Artes Literarias | Abril 2024 | ISSN 2660-7239



De Sur a Sur Revista de Poesía y Artes Literarias #21 Abril 2024 ISSN 2660-7239

   

La poesía sigue latiendo en los rincones más íntimos de nuestra existencia.

 

Hablar de poesía es hablar de subjetividad. Es adentrarse en el reino de lo personal, de lo intrínseco e intangible. La poesía es un lenguaje que trasciende las reglas convencionales y se sumerge en las emociones, las imágenes y las experiencias personales. Cada lector, cada persona- interpreta un poema de manera única, conectando con su propia sensibilidad y vivencias. Se dice que un poema tiene al menos tres lecturas, la del poeta, la del lector y la del propio poema.

 

 

 

  

EDITORIAL 

La poesía sigue latiendo, por Alonso de Molina 

  

ARTÍCULOS LITERARIOS  CUENTO NARRATIVA  MICRORRELATO

Mujeres Forjando su Propio Destino: Resistencia y Empoderamiento a lo Largo de la Historia - Artículo

El amor es otra forma de lenguaje. Boda de género en dos tomas

Luna de Nieve por Alonso de molina- Artículo

La heroicidad de un valiente sacerdote  llamado Valentín por Alonso de Molina- Artículo

Esa gota de agua en el océano que llamamos poesía por Alonso de Molina- Artículo

Encuentro entre Oscar Wilde y Walt Whitman: ¿Realidad o Leyenda? por Javier Amable- Artículo
El último Tzántzico (cabezas reducidas) por alonso de Molina - Artículo

Especial Miguel Hernández en el 82 aniversario de su muerte por Alonso de Molina- Artículo
La frontera por Alonso de molina - Relato

Fuerza de gravedad, por José Villarroel Salazar- Microrrelato 

La bella y la arruga, por Libertad González -Microrrelato

La grulla agradecida, por Antonio Duque Lara - Cuento

 

LA VOZ DE LOS POETAS

Tres Poemas de Rhea Cristina. Rumanía

Ocho Poemas  de Jorge Tarducci. Argentina

Dos Poemas de Patricia Peñalver. Argentina

 

ENTREVISTAS. RESEÑAS. ENSAYOS

Entrevista a Raúl Gonzalo Arias Chancusi El último Tzántzico por Alonso de Molina

 
LIBROS, ACTIVIDADES Y EVENTOS

V Recital poético musical MUJER +  Espacio Escénico de Pulpí (Almería)

Dia Mundial de la Poesía-XIII Encuentro de las Artes y las Letras del Mediterráneo

Libros imprescindibles para leer esta primavera

 

Colección de Libros Poetas de Hoy & Escritores Norte Sur

De Sur a Sur Revista de Poesía y Artes Literarias

 

MENTORING
Cómo publicar un e-book en Amazon (por Javier Amable)

Derechos de Autor y Licencias Creative Commons 

¿El futuro del libro depende de las plataformas NFT? 

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jueves, marzo 28, 2024

A Miguel Hernández en el 82 aniversario de su muerte

Hoy recordamos al poeta y dramaturgo Miguel Hernández, una de las principales voces de la poesía española del pasado siglo. A pesar de su corta vida, dejó un legado poético que sigue resonando en el corazón de los lectores. Miguel Hernández, a pesar de las dificultades y la tragedia que marcó su vida, nos regaló una poesía intensa y llena de pasión. Su poesía sigue iluminando el camino y nos muestra la belleza, la verdad y la esperanza en el ser humano.


Especial Miguel Hernández 

en el 82 aniversario de su muerte


 Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!

 Pablo Neruda

 

 

Hoy 28 de marzo, se cumple el 82 aniversario de la muerte del poeta Miguel Hernández en la cárcel franquista de Alicante.

 

Miguel Hernández Gilabert nació un 30 de octubre de 1910 en Orihuela, en el lecho de una familia humilde en la que la necesidad laboral apenas dejaba tiempo para la educación. Pero eso no impidió a Miguel desarrollar un exquisito gusto por la poesía clásica española. 

Un fatídico día 28 de marzo, Miguel Hernández fallecería, se le dejó morir sin miramientos, sin más atenciones que su propia suerte, a la edad de treinta y dos años en Alicante. Corría el año 1942, y España se quedaba sin uno de los mejores dramaturgos de su historia. 

Desde jovencito, Miguel mostró no sólo una insaciable pasión por la poesía clásica, sino también una sensibilidad especial para ser él mismo quien la compusiera. Pronto empieza a formar parte de la tertulia literaria de Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé, de quien se haría gran amigo. 

A partir de 1930, a la edad de veinte años, empieza a publicar poemas cortos en revistas como El pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. Animado por cierto reconocimiento provinciano, viaja a Madrid lleno de ilusiones el 31 de diciembre. Pero en Madrid supo Miguel Hernández lo que es pasar hambre, recorría las calles de la capital de España con una carpeta bajo el brazo en busca de un editor que le diera una oportunidad; al no poder conseguir un empleo  regresa a Orihuela el 16 de mayo de 1932; no obstante esa primera tentativa en la capital de España le vale a Miguel para conocer a poetas de la Generación del 27 y tomar experiencia para su primer libro que publica en 1933: “Perito en lunas”. Ese mismo año regresa nuevamente a Madrid con nuevos bríos y traba amistad con Vicente Aleixandre  que a su vez le ayuda a introducirise en el mundo literario, y tiene la oportunidad de conocer a Pablo Neruda quien de alguna manera encauza su ideología política hacia el comunismo.

Establecido en Madrid, con continuas colaboraciones en distintas revistas, Miguel Hernández encuentra tiempo para escribir varias obras, entre las que destacan El silbo vulnerable, Imagen de tu huella y El rayo que no cesa. 

Conmueve saber que García Lorca no solo no sintiera simpatía por el poco refinado poeta de Orihuela, sino que tampoco sentía simpatía por la obra de Hernández.  No obstante encontró mejor acogida en el pintor Benjamín Palencia y de manera especial en la pintora surrealista Maruja Mallo (de quien se dice que fue amante) y en María Zambrano, filósofa y ensayista española. Etiquetaron a Hernández como un poeta cabrero, autodidacta y pobre, pero ni era autodidacta ni venía de familia pobre, aunque sí austera, estos extremos los aclara el escritor José Luis Ferris, autor de “Miguel Hernández: pasiones, cárcel y muerte de un poeta” en una nueva edición ampliada de la biografía que escribiera hace 12 años, desmitifica algunos tópicos sobre la figura de Miguel Hernández y su relación, por la que rompió su relación de noviazgo con Josefina Manresa,  que finalmente fue esposa y madre de sus dos hijos. “Al conocer a Mallo, -sostiene José Luis Ferris- Hernández se encuentra con la reivindicación de aquello de lo que él quería desprenderse: lo rural. El universo de Mallo en su muralismo, aquellas espigas y aquel mundo marítimo, es el mismo universo de Hernández y es que un cuadro de Maruja Mallo es un soneto de Hernández”. Mallo es considerada como artista de la generación del 27 y una artista de la denominada vanguardia interior española.

Cuando estalla la Guerra Civil, Miguel decide tomar parte activa de la misma, lo que le obliga a abandonar el país cuando ésta termina. Por desgracia es descubierto en la frontera con Portugal, donde es detenido y sentenciado a pena de muerte. Y, aunque su condena fue conmutada por una pena de treinta años de prisión, jamás llegó a cumplirla, ya que la tuberculosis acabó con el poeta el 28 de marzo de 1942 en una fría prisión de Alicante.

 

Poemario póstumo

No es uno de los libros más conocidos pero "El hombre acecha" (1938-1939), es un poemario póstumo de Miguel Hernández. se trata de un libro imprescindible para entender la angustia vital del poeta presagiando que  se avecinaba la derrota republicana. Nos habla de la brutalidad de la guerra, del desencanto, del hambre, de los heridos y de los culpables, es un libro donde Miguel demuestra ser un poeta juicioso, vigoroso, sencillo y asequible al lector medio con expresiones rotundas por haber vivido directamente el sufrimiento en los frentes de batalla. 

Hasta 1979 no se conoció por completo “El hombre acecha”, a causa del censurado poema “Los hombres viejos”, poema clave de este libro,   poema de denuncia ante las viejas tradiciones, burlas al poder, y recomendaciones de los que eluden la lucha. 

Está considerado “El hombre acecha” como una segunda parte de "Viento del pueblo" (1937), algunos críticos lo han llamado el reverso o el envés de este poemario al considerar que los dos poemarios forman un “corpus épico” resultado de su experiencia y de una cosmovisión poética común: la de denunciar los abusos y funestas consecuencias de la guerra.

 

Anécdota. El día que fusilaron a Miguel Hernández

A Miguel Hernández algunos le dieron por muerto y fusilado, tres años antes de fallecer en Alicante. Quizá fue un error o un malentendido, pero la cuestión es que algunos intelectuales exiliados a Cuba pensaron que Miguel Hernández había sido fusilado en Madrid el 20 de julio de 1939, cuando en realidad el poeta murió en marzo de 1942 en una cárcel de Alicante. 

La noticia causó una gran conmoción hasta el extremo de que se organizó un homenaje y se editó un libro de poemas póstumos del poeta, sin ser póstumos en realidad. La noticia prematura de su fallecimiento apareció publicada el 6 de agosto 1939 en la revista Carteles. En ese ejemplar, y firmado por Alejo Carpentier, venía una información titulada La muerte de Miguel Hernández, en la que Carpentier escribió que “el gran poeta campesino español, fue fusilado el jueves 20 [de julio] en Madrid por sentencia de un consejo de guerra. Delito: haber sido miliciano en la guerra”. El escritor cubano escribió en aquel artículo que, con las muertes de Hernández y Federico García Lorca, “perdieron las letras españolas a sus primeros poetas jóvenes”.

 

Musicalización de los poemas de Miguel Hernández

Los poemas de Miguel Hernández ha sido cantados y musicalizados por muchísimos músicos, cantaores, cantantes… entre los que podemos mencionar a Jarcha en su álbum Libertad sin ira. El cantaor Enrique Morente que rindió un Homenaje flamenco a Miguel Hernández. Joan Manuel Serrat  que valientemente en 1972 nos sensibilizó a toda una caterva de adolescentes adiestrados por el régimen de la imperante dictadura franquista. Dos años antes, en el 71, y como premonición del golpe de estado del fascista Augusto Pinochet contra el gobierno electo del  socialista Salvador Allende, el cantautor Víctor Jara musicalizó el poema “El niño yuntero” en su álbum El derecho de vivir en paz. Así  otros muchos cantantes como Adolfo Celdrán, Poncho, el rapero Nach, el cantaor Miguel Poveda o la joven cantante Silvia Pérez Cruz con una versión emocionante de la elegía a Ramón Sijé.

 

También el cantautor jienense Paco Damas, con la colaboración en el prólogo del malogrado Juan Gelman,  y las voces de la cantante española Pastora Soler y el mismísimo Luis Eduardo Aute, reedita en este año 2017 su disco "Tristes Guerras" (2009) con motivo del 75 aniversario de la muerte del poeta de Orihuela. El título del disco resume el espíritu de la obra de Miguel Hernández en palabras del cantante: "Tristes Guerras… Tristes, tristes guerras las que nos acosan día a día. Las guerras, esas guerras globales y personales que nos invaden y nos arrollan hacia una encrucijada de tristeza vital. La obra de Miguel Hernández está llena de luz, de ternura, de amor… Una invitación, 75 años después de su muerte al diálogo, a la palabra, a la no violencia, a la conciliación entre seres humanos".

 

No cesó tu rayo ni tu aliento

 

Nos das con tu palabra sin barreras
una canción, tan última o primera
que siendo sangre, verso y canto fuera
conciencia de la patria que abanderas.
 

Nacida para el luto fue la estampa
de coplas y palabras con tu anhelo;
perito en lunas de tan corto vuelo
que caídas tus alas en la trampa,
 

sin cordura ni juicio en sus inquinas,
te infringieron oprobios sin piedad;
para el pueblo, Miguel, que fuiste viento
 

al que el hombre acechó con sus espinas
no pudieron robar tu libertad
pues no cesó tu rayo ni tu aliento.

 

A Miguel Hernández (30-10-1910/28-03-1942) en el centenario de su nacimiento.
© Alonso De Molina 2010

 

Selección de poemas de Miguel Hernández

Vientos del pueblo 

Vientos del pueblo me llevan,
 vientos del pueblo me arrastran,
 me esparcen el corazón
 y me aventan la garganta.
 Los bueyes doblan la frente,
 impotentemente mansa,
 delante de los castigos:
 los leones la levantan
 y al mismo tiempo castigan
 con su clamorosa zarpa.
 No soy de un pueblo de bueyes,
 que soy de un pueblo que embargan
 yacimientos de leones,
 desfiladeros de águilas
 y cordilleras de toros
 con el orgullo en el asta.
 Nunca medraron los bueyes
 en los páramos de España.
 ¿Quién habló de echar un yugo
 sobre el cuello de esta raza?
 ¿Quién ha puesto al huracán
 jamás ni yugos ni trabas,
 ni quién al rayo detuvo
 prisionero en una jaula?
 Asturianos de braveza,
 vascos de piedra blindada,
 valencianos de alegría
 y castellanos de alma,
 labrados como la tierra
 y airosos como las alas;
 andaluces de relámpagos,
 nacidos entre guitarras
 y forjados en los yunques
 torrenciales de las lágrimas;
 extremeños de centeno,
 gallegos de lluvia y calma,
 catalanes de firmeza,
 aragoneses de casta,
 murcianos de dinamita
 frutalmente propagada,
 leoneses, navarros, dueños
 del hambre, el sudor y el hacha,
 reyes de la minería,
 señores de la labranza,
 hombres que entre las raíces,
 como raíces gallardas,
 vais de la vida a la muerte,
 vais de la nada a la nada:
 yugos os quieren poner
 gentes de la hierba mala,
 yugos que habéis de dejar
 rotos sobre sus espaldas.
 Crepúsculo de los bueyes
 está despuntando el alba.
 Los bueyes mueren vestidos
 de humildad y olor de cuadra:
 las águilas, los leones
 y los toros de arrogancia,
 y detrás de ellos, el cielo
 ni se enturbia ni se acaba.
 La agonía de los bueyes
 tiene pequeña la cara,
 la del animal varón
 toda la creación agranda.
 Si me muero, que me muera
 con la cabeza muy alta.
 Muerto y veinte veces muerto,
 la boca contra la grama,
 tendré apretados los dientes
 y decidida la barba.
 Cantando espero a la muerte,
 que hay ruiseñores que cantan
 encima de los fusiles
 y en medio de las batallas.

 

 

 

El niño yuntero 

Carne de yugo, ha nacido

 más humillado que bello,

 con el cuello perseguido

 por el yugo para el cuello.

 Nace, como la herramienta,

 a los golpes destinado,

 de una tierra descontenta

 y un insatisfecho arado.

 Entre estiércol puro y vivo

 de vacas, trae a la vida

 un alma color de olivo

 vieja ya y encallecida.

 Empieza a vivir, y empieza

 a morir de punta a punta

 levantando la corteza

 de su madre con la yunta.

 Empieza a sentir, y siente

 la vida como una guerra,

 y a dar fatigosamente

 en los huesos de la tierra.

 Contar sus años no sabe,

 y ya sabe que el sudor

 es una corona grave

 de sal para el labrador.

 Trabaja, y mientras trabaja

 masculinamente serio,

 se unge de lluvia y se alhaja

 de carne de cementerio.

 A fuerza de golpes, fuerte,

 y a fuerza de sol, bruñido,

 con una ambición de muerte

 despedaza un pan reñido.

 Cada nuevo día es

 más raíz, menos criatura,

 que escucha bajo sus pies

 la voz de la sepultura.

 Y como raíz se hunde

 en la tierra lentamente

 para que la tierra inunde

 de paz y panes su frente.

 Me duele este niño hambriento

 como una grandiosa espina,

 y su vivir ceniciento

 revuelve mi alma de encina.

 Lo veo arar los rastrojos,

 y devorar un mendrugo,

 y declarar con los ojos

 que por qué es carne de yugo.

 Me da su arado en el pecho,

 y su vida en la garganta,

 y sufro viendo el barbecho

 tan grande bajo su planta.

 ¿Quién salvará este chiquillo

 menor que un grano de avena?

 ¿De dónde saldrá el martillo

 verdugo de esta cadena?

 Que salga del corazón

 de los hombres jornaleros,

 que antes de ser hombres son

 y han sido niños yunteros.

 

 

La boca 

Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.

Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.

¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!

Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.

 

 

Llegó con tres heridas 

Llegó con tres heridas:

la del amor,

la de la muerte,

la de la vida.

Con tres heridas viene:

la de la vida,

la del amor,

la de la muerte.

Con tres heridas yo:

la de la vida,

la de la muerte,

la del amor.








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