martes, mayo 01, 2018

El poder del amor & el amor al poder. La raíz del problema






Hace unos días, con objeto de la celebración del Día del Libro y conmemorar el Día Internacional del Idioma Español, fui invitado por el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales de Bogotá, Colombia, a participar en un conversatorio virtual retransmitido en directo, el tema propuesto era "Reflexión acerca de la paz y la reconciliación" desde la perspectiva artística, enfoque personal desde la propia experiencia y trayectoria, ligado a los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para el 2030.
 
Podríamos insistir en lo que es patente y notorio en esta nuestra sociedad de ricos y pobres, donde una exigua minoría controla la riqueza de la inmensa mayoría de personas que habitamos el planeta.  La brecha rico-pobre no es solo económica, es evidente que el acceso a una vivienda digna y a recursos tan necesariamente básicos como educación, sanidad, agua potable, electricidad, bienestar en suma.  Y no nos estamos relegando a las viejas consignas del Mayo Francés del 68 como el  “Seamos realistas, pidamos lo imposible”, pero es necesario que la base de la sociedad, las personas, no se duerman, no se conformen con la pululante “economía del bienestar” maquinada desde el confort del poder donde nos instrumentalizan y nos alienan imponiéndonos, con sonrisa sardónica, el consumismo como nueva religión a la que tenemos que rendir sumisión y pleitesía además de someternos a ella para poder sentirnos libres e integrados en el sistema, un sistema donde imperan las apariencias más que la pureza de las personas.
 
Lo legal muchas veces es dañino y peligroso. Decía Gandhi que la justicia necesita ser transformada, no meramente controlada. En este mismo número de la revista, la escritora María Luisa Lazzaro nos comenta acerca “de esta Venezuela dolorosa, desde la apreciación cotidiana de sufrimientos, carencias, torturas, violaciones de los derechos de los ciudadanos, presos políticos, torturados, personas, niños ancianos que mueren de mengua sin medicinas ni alimentos”. Y no olvidemos, no olvidemos, que todo lo que hizo Hitler, era legal.
 
Nada justifica la violencia, pero, lamentablemente, la injusticia y la desigualdad generan violencia. Violencia que se viene ejerciendo de mil maneras diferentes. Y está en nuestras manos el conjugar VERBOS que garanticen la paz y la reconciliación en el mundo. Verbos como:

  • Erradicar la pobreza y el hambre en todo el mundo.
  • Combatir las desigualdades y garantizar una vida sana y una educación de calidad.
  • Asegurar el acceso al agua y la energía.
  • Facilitar el crecimiento económico sostenido y dentro de una sociedad menos competitiva y más humanizada.
  • Construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas que promuevan la paz y faciliten y agilicen el acceso a una justicia de calidad.
  • Proteger los derechos humanos.
  • Promover la igualdad entre los géneros.
  • Garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales adoptando medidas urgentes contra el cambio climático.

 
Hemos abusado de la guerra y de las armas. Somos humanos, imperfectos. Venimos acumulando más llanto que risa en la historia de la humanidad; por tanto, para reír y ser felices, necesitamos perseverar en cuanto asertividad y concesiones mutuas en todos los ámbitos de la vida.
 
Pero quiero ser optimista. Miren. Cuando leo a los jóvenes, es como aprender de nuevo el idioma, percibo una nueva casta, se expresan de una manera lúcida, contundente, menos conformista  y mucho más reivindicativa; no es un nuevo concepto de existencia, es una nueva forma de vivir, donde se persevera  en la búsqueda de un sentido  global, holístico, de la existencia; las nuevas generaciones tienen muy claro que para realizarnos como seres humanos, para superar las barreras físicas, mentales y espirituales que nos impone la propia existencia necesitamos PAZ. 
Y ahora, habla, se reitera, el poeta que llevamos dentro. El poeta es un mensajero, es la voz para despertar conciencias y debemos ser capaces de transmitir, como un eco que se repite de norte a sur y de este a oeste, honradez y coherencia. El poeta es inconformista por naturaleza. Ni la poesía ni los poetas son ornamentos ni son los frikis de turno. Pero es cierto, el poeta no quiere ser normal, no quiere que le jodan la vida inmersa en la mediocridad. (No escribas poemas, sé poeta).
 
Un poema no es una arenga ni un discurso político.  La poesía es cuestionarse el mundo para sentirse más cerca de la verdad. Y el mundo necesita la profundidad de la poesía como necesita el oxígeno. Necesitamos menos discurso y más palabras que nos sugieran la realidad de la cuestión. La vida. Los momentos. La libertad de sentirse libre. El desapego de la frivolidad y la trivialidad en favor de la percepción real de la existencia. Somos seres finitos con fecha de caducidad, debemos buscar la poesía en cada cosa y ser capaces de sentir que cada cosa está llena de poesía. El viento el sol la tierra el agua... dejemos la abstracción de las cosas y construyamos con los pies en la tierra la paz y la felicidad.
 
Estamos contigo, Jimi Hendrix: cuando el poder del amor sea más grande que el amor al poder, el mundo conocerá la paz.    
    
Vuestro en la poesía
Alonso de Molina
 
Editorial #4 De Sur a Sur Poesía y Artes Literarias




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viernes, abril 20, 2018

Allá donde empieza la locura. Alonso de Molina






Cómo será el corazón de un loco. Qué cristales o qué dogmas o qué tantas cosas deberá tragar, justificar, explicar, soportar, alzarse o rebelarse. Qué tambores tendrá que golpear con sus manos de loco para detener los caminos que lo embisten con la intransigencia de un búfalo que se baja del tren sabiendo que ya no le quedan más espacios donde arremeter su pertinacia, su porfía,  sus embestidas.

Pero el perfume de un loco no huele a desánimo ni a renuncia, huele a orfandad, a relego, huele a ruptura, es el huracán que duerme en su propia armonía, soportando la fiebre, el miedo y el temporal.

Para llegar allí había que pasar por el fondo del alma; había que internarse por pantanos en los que chapotean la muerte y la locura.Olga Orozco (1920, La Pampa, Argentina).


En el siguiente enlace puedes leer el prólogo escrito por 

Ismael Lorenzo
CEO Creatividad Internacional

Red de Literatura y Cine


Agradecemos la lectura y tu opinión en forma de LIKE y estrellitas a las cinco cuestiones que se plantean, una estrellita si no estás de acuerdo, cinco estrellitas si estás totalmente de acuerdo.

https://www.createspace.com/pub/community/give.review.do?id=1243012  






domingo, abril 15, 2018

Abrazo de aguas

Abrazo de Aguas
Está el sur en tu ojo (a Pilar y Alonso)
J.J. Ferreiro


La contienda integral
del pensamiento duele como un vientre
o aquellas branquias de una idea nítida.
Ácida noche este amargo germen,
este estío cegado a pie de ola.
Es limo entre los dedos este impúdico tiempo
―se hunde como raíz en todo el mar,
cual tránsito de pájaros
volando lentos en la tierra oscura,
como un fondo de vino amargo o lengua
rasante en una espalda de granito.
Me queda solo el sur,
ese fragmento de espesor fantástico
―el territorio mítico y remoto.
Tórrido sur de sangre
y súbito exterminio de ese sol.
Ojo tibio, pupila inacabable,
astro desnudo del desierto blanco.
Mar de pez único de nácar crudo
―animal transparente,
diana de luz o dardo de luz llena.
En todo ojo está aquella estación,
el lagarto sediento
―está el peso del pensamiento,
toda la barahúnda de los cuerpos
―minerales que abren la piel fresca
la blanca sangre, el mito;
fragmentos del olvido, canchales destrozados
desde la altura de los tiempos…
brasas.


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Abrazo de aguas (días en Viveiro, Lugo)
Dedicado al sin par J.J.Ferreiro

Como si de habitar el cielo
dispersara su anuencia en fervores
iluminando desde la tierra hasta mis ojos
tus aguas, como dos lluvias horizontales,
reposadas, tendidas de la mano del alba
agua con agua; luz con luz
sangre con sangre multiplica,
otorga vida y se eleva hasta la orilla blanca
del hechizo.
Es pacto por amor, este abrazo de aguas
que nada más asomar se tantean
y mientras danzan, entre sí, se miran,
se funden y se abrazan.

Agosto 2005

domingo, febrero 11, 2018

Café de por medio. Entrevista a Alonso de Molina





Café de por medio 
Entrevista a Alonso de Molina
Por Beto Brom
Creatividad Internacional


Hoy nos visita....ALONSO de MOLINA

*¿Cómo es más simple expresarte, en prosa o en poesía?
-Más simple en prosa, más íntimo y profundo en poesía. La poesía es un arte en sí misma que conlleva elementos como ritmo y rima que no son imprescindibles en prosa; pero en ambos casos, tanto con prosa como con poesía, se pueden transmitir grandes emociones.


*¿Has publicado tus obras?
-Unas pocas. Cuatro libros de poemas. 17 antologías colectivas. Más de 200 publicaciones entre  artículos, ensayos, prólogos, reseñas, reportajes y entrevistas; también en algunos blogs y portales poéticos de Internet voy dejando algún rastro.

*¿Tiendes a discutir o a evitar conflictos?
-La discusión es saludable siempre que tienda a exponer razonablemente los motivos por los que no debemos llegar al conflicto, algo que ignoran de manera especial los políticos. Decía el pacifista, discípulo de Gandhi, Lanza del Vasto, que “al enemigo se le persigue, se le acorrala y acosa hasta la reconciliación”. En todas partes, donde quiera que uno vaya, donde quiera que pongamos los ojos: países, continentes, culturas, etnias... los problemas son los mismos: codicia, egoísmo, intransigencia; y la forma de resolverlos, demasiado a menudo, pasa por la violencia. La poesía es belleza, pero ante todo es creacionismo, otra forma de sentir y vivir  la realidad de los días, y muchas veces, la poesía, está a medio camino entre el conflicto y la solución.

*¿Qué recuerdas de tu infancia?
-Recuerdo a los mayores echando partidas a las cartas o al dominó, a los viejos sentados a la sombra bebiéndose su media botella de vino; recuerdo un carruaje tirado por dos hermosos caballos acarreando a un difunto mientras una comitiva de hombres y mujeres cabizbajos caminaban detrás. Recuerdo que me atropelló un coche a los 6 años y una vaquilla a los 11 y que mi primer ciclomotor lo estrellé detrás de un coche  Seat que se detuvo en un semáforo en rojo. Recuerdo tardes jugando al fútbol, practicando artes marciales, leyendo cómic en la Biblioteca Villaespesa; recuerdo también los domingos de verano en la Playa de las Almadrabillas y recuerdo los domingos de invierno recogiendo sillas en la Catedral de Almería donde sacaba algunas monedas para pagar el cine o mis primeras cañas de cerveza.

*La "escritura creativa", ¿puede aprenderse en un taller?
-En un taller puedes aprender a estructurar, a matizar, a separar conceptos, te da pie para explorar tus posibilidades creativas con ciertas matizaciones pues hay que distinguir en primer lugar lo que es “poema” y lo que es “poesía”. Un  taller de creación poética puede ser un gran incentivo para iniciarse, y para los que ya escriben un estímulo, otra oportunidad para aprender a diferenciar el grano de la paja. Yo mismo he organizado talleres donde podemos crear un poema a partir de la observación de una imagen, de escuchar un sonido, de leer una palabra, frase o pequeño fragmento... Se trata de introspección.  Un poema, no lo olvidemos, es sólo texto, decía Huidobro en Arte Poética, que al poema hay que dotarlo de vitalidad, no escribir “flor”, sino “hacer la flor en el poema”.

*¿Qué sentimientos te producen tus creaciones?
 -Liberación. Y olvido. Acabada la obra y el mérito cumplido lo oportuno es retirarse, tal como aconsejaba Lao Tse en el Tao Te King. En mi  caso, pero creo que para cualquier otro, escribir es un trance, un dilema. Buscas palabras, las comparas pretendiendo el equilibrio del poema, pretendes la esencia para que del texto surja la poesía. Tal como afirmaba Federico García “El poeta debe llevar un plano de los sitios que va a recorrer y debe estar seguro frente a las mil bellezas y las mil fealdades disfrazadas de belleza que han de pasar delante de sus ojos”.  Así, pues, me quito un peso de encima cada vez que concluyo un poema.

*¿Importan las relaciones públicas, para lograr éxito con los lectores?
Es fundamental. Si la gente no te conoce tus escritos mueren abatidos en un cajón cibernético o amarilleando en la cómoda de tu casa.

*¿Clásico o contemporáneo?
-Siempre avante. Descubriendo indagar. Innovar. Sorprender y sorprenderte.

*¿Gustarías viajar al espacio?
-Vivo en el espacio. Todos tenemos un espacio único personal  e intransferible.

*¿Los años cambiaron tu carácter?
-En un solo día puedes cambiar tu carácter varias veces. Imagínate en años.

*¿Cuál es la meta que más deseas cumplir en tu vida?
-Ser feliz.

 


Te agradezco que hayas contado conmigo para este proyecto que emprendes y que te animo a seguir, estoy seguro que tendrás mucho éxito. Te mando un fuerte abrazo.

Un gran hombre, un respetado artista de la pluma, un gran amigazo. Muy agradecido, Alonso.


Fuente:
https://www.creatividadinternacional.com/profiles/blogs/caf-de-por-medio-quinto?xg_source=activity
©2015

lunes, enero 01, 2018

Poesía para salvar al mundo





En esta nueva entrega de nuestra Revista de Sur a Sur queremos ofrecer un sencillo pero profundo y respetuoso homenaje a la figura del escritor Reinaldo Arenas.

La devastadora historia de Reinaldo Arenas, poeta y novelista cubano que busca escapar de su artificiosa vida en La Habana, fue exquisitamente protagonizada por el actor español Javier Bardem en la película Antes que anochezca (2000) del director estadounidense  Julián Schnabel, una adaptación de la novela autobiográfica del disidente cubano que el actor español aceptó encarnar porque le dolió su vida y le conmovió el quebranto de vivir en la Cuba de Fidel Castro, más, siendo, como era Arenas, un hombre gay.

Somos el testimonio de nuestra época, una época donde imperan las apariencias más que la pureza de las personas.  En todas partes, donde quiera que uno vaya, donde quiera que pongamos los ojos, países, continentes, culturas, etnias... los problemas son los mismos. Problemas que venimos arrastrando desde siempre, los miles de años que la humanidad existe no bastan para solucionar la ceguera y la ambición del ser humano. Proliferan salvapatrias, tiranos, déspotas, dictadores… incluso en países supuestamente democráticos,  que se mantienen en el poder gracias a la inestabilidad económica y social provocada por la incertidumbre de algunos gobiernos e incluso gracias al miedo y a la opresión que infunden otros.

El poeta es un mensajero, es la voz para despertar conciencias y debemos ser capaces de transmitir, como un eco que se repite de norte a sur y de este a oeste, honradez y coherencia. El poeta está en contra de todo. Es inconformista por naturaleza. Ni la poesía ni los poetas son ornamentos ni son los frikis de turno. Pero es cierto, el poeta no quiere ser normal, no quiere que le jodan la vida inmersa en la mediocridad.

El poema  es fruto de la invocación, un discurso de realización personal que a veces se comparte como se comparte un rezo, o una plegaria, o una llamada de atención, o incluso un silencio; a veces un poema es la histeria o es la soledad que va resonándote como un estallido en forma de palabras.

Aprendamos a querernos a nosotros mismos con nuestros defectos y virtudes, abramos nuestras ventanas a la comprensión y al entendimiento. La poesía puede salvar al mundo. El poema es una voz que escarba buscando la transparencia de las cosas; cada palabra es un resquicio por donde mirar, un foco que nos propone la aceptación o repulsa de la existencia. El poema está formado por voces que pronunciadas conforman vibraciones sonoras muchas veces transcendentales, por tanto el poema es un mantra, una vibración sonora valiosa y transcendental para muchas personas.

No sabemos qué es o qué no es la poesía, pero podemos entender que un poema es hambre que nos busca o tal vez el alimento que no acaba de saciarnos, pero así y todo, es preciso dejarse encontrar, estar en el momento preciso y en el lugar oportuno, y dejarnos emocionar por el estallido de las estaciones, por el sonido del mar, por la luz de un atardecer… El poema expresa el misterio de las cosas (pero no las descifra).
 

Tuyo en la poesía
Alonso de Molina


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domingo, diciembre 31, 2017

No te avergüences de ser hombre



Último día del año.

No te avergüences de ser hombre. Es necesario mantener enteros los sueños y el pan.

Un año que acaba en domingo, como un inocente fin de semana, un alba sin tareas y un plenilunio procaz que te sugiere luz igual que un talismán lleno de esperanzas.

Si te asalta un rumor, si cada rosa es un desierto y el presente es pasado, deja que el agua corra mansa y hagamos una isla en la memoria.

Detener el naufragio y romper una lanza a tu favor es celebrar la vida. Incluso las quimeras son sortijas esperando a tus dedos.

Ahóndate en los cantos de la tarde, en las mezclas de té con que te aromas, aspira la hierba y su fragancia, aplaude tus aciertos, tus errores y date una oportunidad al día. Cada huella dejada en esta arena son segundos de historia repetida.

Sigue bajándome la niebla, como antaño, ha tapado a los pájaros y al sol. La arena permanece impasible delante de mis ojos y efímera en sus granos, siempre arena, siempre inconstante.

Como en un vasto espejo, me observo en los versos de Tomas Tranströmer: ¡No te avergüences de ser hombre, sé altivo! / Dentro de ti se abre, interminablemente, bóveda tras bóveda. / Nunca estarás completo, y así ha de ser.

Feliz 2018

jueves, diciembre 21, 2017

Reseña de Andrés Rubia a “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad“ de Alonso de Molina




Reseñas de Andrés Rubia Pedreño

Un humano cualquiera” 
La insaciable verdad de la verdad

 del autor Alonso de Molina.


El poeta puede parir lo que quiera, hasta incluso mundos de dos en dos.

Parir después de los 50. Esto es lo que ha hecho Alonso de Molina. Y lo ha hecho como si la poesía, dando un puñetazo en la mesa de su escritorio, insumisa, amnistiada y convincente, le hubiera exigido luz para iluminar la belleza de lo más nimio en dos libros individuales. Alonso de Molina no podía estar siempre publicando en colectivo. Ya tocaba.

Dice Pérez Reverte que al escritor no hay que conocerle en persona. Y estoy de acuerdo excepto en algunos casos.
Para comprender un poco mejor la poesía de Alonso de Molina es necesario ser invitado al acogedor jardín de su hogar. Yo he tenido ese honor y, por tanto, sentado allí, bajo un cielo estrellado, serenado por una temperatura otoñal confortable, mientras respiraba las exhalaciones de sus plantas y flores, he entendido a este poeta que me trata.

Aviso para navegantes o también naufragados que quieran subirse a proa: “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad” son los dos títulos a leer como una oportunidad. Dos libros de poesía recomendada para alterarse al revés mientras el tiempo y la vida arguyen diagnósticos frenéticos, provocándonos alzhéimer en las emociones por una imprescindible cuestión de supervivencia y aversión al dolor.

La cadencia de sus versos es más existencialista que insurrecta, más minimalista que biodegradable, más espiritual que trasgresora y, más musculosa que rigurosa. La música de sus poemas está compuesta con libertad métrica, pero biensonante, envolvente, acogedora. Si uno de estos libros cae en manos de alguien encolerizado, a buen seguro, si abre alguno de ellos por cualquier página, mirará en derredor, buscará un asiento y, leyendo, comenzará a respirar pausado mientras su pulso se normaliza. No hay mejor locura que la poesía para curar lo que la razón considera incurable.

En “Un humano cualquiera” el yo autor, el hombre y el poeta están interrelacionados hasta el punto de aparecer fusionados en el paisaje, eso sí, en un paisaje espectador a la vez muy adentro del humano que se mira a sí mismo porque todo ese paisaje habita en él.

En “La insaciable verdad de la verdad”, su segundo publicado, existe una marcada influencia japonesa en su metáfora, de hecho, Murakami es mencionado. Por otro lado, el mantra rezumado desde sus estrofas – las palabras no son nada sin su conjunto- cumplen sobradamente con la misión primordial de un poema: liberar al individuo de sus células hasta hacerlo consciente de su vital esencia.

Son dos libros que incitan a quedarse vivo. Dos poemarios para chequear nuestra capacidad sensorial de agua y crepitante fuego, de peces y desnudadas nubes, de memoria aterciopelada y relojes de arena perfumada, de más relojes de bolsillo con sólo una manecilla apuntando hacia la luna, como si fueran brújulas fanáticas.

El impacto en el lector es lo que percibe su conciencia. Y eso es imprescindible en poesía: Llegar y remover interiorismos emocionales, despeinar y ordenar ideas hasta sacarnos a otra dimensión estremecedora desde una ventana enmarcada con versos.

Por último, únicamente me queda opinar–con la honestidad y el permiso crítico que me doy como escritor, poeta, cantautor y en definitiva artista literario (pues así me etiqueto por aquello de también insertar literatura en otras artes plásticas)- sobre la morfología de estos dos poemarios más que recomendables: Reconozco que las portadas eran mejorables, así como el formato libro, pues pienso que su contenido merece algo más de dimensión frente al formato de bolsillo pretendido. Por el contrario, el tipo de letra, calibri y arial 12 en respectivos poemarios, me parecen un acierto por su confortable legibilidad. La nitidez y blancura de la hoja son loables sobre todo para esos lectores “tikis mikis”( minuciosos) como yo. En lo que se refiere a las citas introductorias de otros poetas, escritores e ilustres pensadores, yo particularmente las hubiera obviado en varios de sus poesías. No estoy diciendo que no sean oportunas o ni tan siquiera inductivas, pero no soy partidario de condicionar al lector cuando lo que va a encontrarse a continuación es algo tan libre y megalírico como es la poesía de Alonso de Molina, a la que nunca le falta una fascinadora marca de autor. Su poesía es emancipada hasta comprometerse en la sensorialidad que ordena la naturaleza comunicada con la energía del universo.

Este poeta no deja inutilizados a ninguno de los cinco sentidos en sus versos y, además, en invierno, este poeta autor que nos atañe, se baña desnudo en el mar cuando apenas hay gente. Este poeta autor, ama el yoga. Es un secreto que comparto. Espero que no se moleste por esto último.

En definitiva y concluyendo, que nadie se espere un vanguardismo poético revelador o flagrante. Sería un desperdicio. Si por algo se caracterizan estos poemarios es por su densidad y cristalina fluidez plausible. No es fácil hacer llegar belleza de propiedad universal con palabras.

Supongo que otros lo harán, pero reconozco no haber encontrado en su estilo parecido razonable alguno con algún otro poeta clásico. Poesía del siglo XXI. Creo que le compro ese enunciado.

Tengo estos dos poemarios indie en mi mesita de noche –por cierto, atiborrada de libros-, pero no descarto volverlos a releer en aquel momento en que necesite una huida hacia dentro… placentera… por supuesto. Les encontraré un espacio permanente y cercana en mi mesita de noche atiborrada … ya saben…

-
RESEÑA de “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad” del poeta Alonso de Molina por Andrés Rubia. (artista literario).






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Reseña de Andrés Rubia a “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad“ de Alonso de Molina

Reseñas de Andrés Rubia Pedreño

Un humano cualquiera” 
La insaciable verdad de la verdad

 del autor Alonso de Molina.


El poeta puede parir lo que quiera, hasta incluso mundos de dos en dos.

Parir después de los 50. Esto es lo que ha hecho Alonso de Molina. Y lo ha hecho como si la poesía, dando un puñetazo en la mesa de su escritorio, insumisa, amnistiada y convincente, le hubiera exigido luz para iluminar la belleza de lo más nimio en dos libros individuales. Alonso de Molina no podía estar siempre publicando en colectivo. Ya tocaba.

Dice Pérez Reverte que al escritor no hay que conocerle en persona. Y estoy de acuerdo excepto en algunos casos.
Para comprender un poco mejor la poesía de Alonso de Molina es necesario ser invitado al acogedor jardín de su hogar. Yo he tenido ese honor y, por tanto, sentado allí, bajo un cielo estrellado, serenado por una temperatura otoñal confortable, mientras respiraba las exhalaciones de sus plantas y flores, he entendido a este poeta que me trata.

Aviso para navegantes o también naufragados que quieran subirse a proa: “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad” son los dos títulos a leer como una oportunidad. Dos libros de poesía recomendada para alterarse al revés mientras el tiempo y la vida arguyen diagnósticos frenéticos, provocándonos alzhéimer en las emociones por una imprescindible cuestión de supervivencia y aversión al dolor.

La cadencia de sus versos es más existencialista que insurrecta, más minimalista que biodegradable, más espiritual que trasgresora y, más musculosa que rigurosa. La música de sus poemas está compuesta con libertad métrica, pero biensonante, envolvente, acogedora. Si uno de estos libros cae en manos de alguien encolerizado, a buen seguro, si abre alguno de ellos por cualquier página, mirará en derredor, buscará un asiento y, leyendo, comenzará a respirar pausado mientras su pulso se normaliza. No hay mejor locura que la poesía para curar lo que la razón considera incurable.

En “Un humano cualquiera” el yo autor, el hombre y el poeta están interrelacionados hasta el punto de aparecer fusionados en el paisaje, eso sí, en un paisaje espectador a la vez muy adentro del humano que se mira a sí mismo porque todo ese paisaje habita en él.

En “La insaciable verdad de la verdad”, su segundo publicado, existe una marcada influencia japonesa en su metáfora, de hecho, Murakami es mencionado. Por otro lado, el mantra rezumado desde sus estrofas – las palabras no son nada sin su conjunto- cumplen sobradamente con la misión primordial de un poema: liberar al individuo de sus células hasta hacerlo consciente de su vital esencia.

Son dos libros que incitan a quedarse vivo. Dos poemarios para chequear nuestra capacidad sensorial de agua y crepitante fuego, de peces y desnudadas nubes, de memoria aterciopelada y relojes de arena perfumada, de más relojes de bolsillo con sólo una manecilla apuntando hacia la luna, como si fueran brújulas fanáticas.

El impacto en el lector es lo que percibe su conciencia. Y eso es imprescindible en poesía: Llegar y remover interiorismos emocionales, despeinar y ordenar ideas hasta sacarnos a otra dimensión estremecedora desde una ventana enmarcada con versos.

Por último, únicamente me queda opinar–con la honestidad y el permiso crítico que me doy como escritor, poeta, cantautor y en definitiva artista literario (pues así me etiqueto por aquello de también insertar literatura en otras artes plásticas)- sobre la morfología de estos dos poemarios más que recomendables: Reconozco que las portadas eran mejorables, así como el formato libro, pues pienso que su contenido merece algo más de dimensión frente al formato de bolsillo pretendido. Por el contrario, el tipo de letra, calibri y arial 12 en respectivos poemarios, me parecen un acierto por su confortable legibilidad. La nitidez y blancura de la hoja son loables sobre todo para esos lectores “tikis mikis”( minuciosos) como yo. En lo que se refiere a las citas introductorias de otros poetas, escritores e ilustres pensadores, yo particularmente las hubiera obviado en varios de sus poesías. No estoy diciendo que no sean oportunas o ni tan siquiera inductivas, pero no soy partidario de condicionar al lector cuando lo que va a encontrarse a continuación es algo tan libre y megalírico como es la poesía de Alonso de Molina, a la que nunca le falta una fascinadora marca de autor. Su poesía es emancipada hasta comprometerse en la sensorialidad que ordena la naturaleza comunicada con la energía del universo.

Este poeta no deja inutilizados a ninguno de los cinco sentidos en sus versos y, además, en invierno, este poeta autor que nos atañe, se baña desnudo en el mar cuando apenas hay gente. Este poeta autor, ama el yoga. Es un secreto que comparto. Espero que no se moleste por esto último.

En definitiva y concluyendo, que nadie se espere un vanguardismo poético revelador o flagrante. Sería un desperdicio. Si por algo se caracterizan estos poemarios es por su densidad y cristalina fluidez plausible. No es fácil hacer llegar belleza de propiedad universal con palabras.

Supongo que otros lo harán, pero reconozco no haber encontrado en su estilo parecido razonable alguno con algún otro poeta clásico. Poesía del siglo XXI. Creo que le compro ese enunciado.

Tengo estos dos poemarios indie en mi mesita de noche –por cierto, atiborrada de libros-, pero no descarto volverlos a releer en aquel momento en que necesite una huida hacia dentro… placentera… por supuesto. Les encontraré un espacio permanente y cercana en mi mesita de noche atiborrada … ya saben…

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RESEÑA de “Un humano cualquiera” y “La insaciable verdad de la verdad” del poeta Alonso de Molina por Andrés Rubia. (artista literario).





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