domingo, diciembre 20, 2009

Otra Navidad es posible




          Ya es habitual. Cada vez con más anticipación, desde el mes de noviembre, nos atiborran las calles y escaparates de luces y motivos navideños, nos vienen preparando para asumir la navidad; el espíritu navideño es bueno para el consumo, es bueno para el comercio, los horarios comerciales se prolongan, permanecen abiertos incluso los domingos y festivos y no se respetan ni el descanso ni el precepto evangélico “fiesta de guardar”, así pues, la celebrada remembranza por el nacimiento de Cristo, origen y naturaleza de esta festividad, queda relegada en claro favor al despilfarro. Son un hecho aceptado y habitual las aglomeraciones en los centros comerciales durante estas fiestas. Nos reinventan la ilusión entre otras cosas a base de sorteos extraordinarios de lotería con recaudaciones y premios millonarios. Por otro lado no deja de ser llamativo que una festividad en conmemoración del nacimiento del Hijo de Dios, rivalice con otras personajes como Santa Claus –Papá Noel- que incluso superan en protagonismo al festejado, en cualquier caso, todos juntos, tambien con los Magos de Oriente, se apuntan al carro de ofrecer ilusión a cualquier precio; y como no, todos pueden hacer su agosto en navidad, vacaciones en el Caribe, cruceros fin de año,… En verdad no deja de ser paradójico que se celebre a manos llenas algo en lo que cada vez se cree menos.


          En definitiva, lo que quiero decir es que la Navidad me levanta sentimientos contrapuestos, cada vez más incompatibles y contradictorios. El espíritu de la navidad, el espíritu de la existencia humana por sí misma, nos debiera proyectar hacia los demás en base al respeto, comprensión, tolerancia, generosidad, y tantas otras buenas cualidades inherentes al ser humano, y por el contrario en estas fechas todo se frivoliza, solo interesan los regalos, las fiestas, los banquetes, las vacaciones…. Tal vez debiéramos cuestionarnos si es este el verdadero espíritu de la navidad o si es esta la navidad que en cualquier caso queremos en la que se celebra con ostentación y derroche la venida de un dios que por su propia voluntad se hizo carne, desnudo humano, nacido en la humildad de un simple establo. En cambio, en su Nombre el sistema nos manipula y hace de la Navidad un pretexto más para el derroche mientras mira hacia otro lado sin ofrecer soluciones a la pobreza, al hambre, al desarraigo, al subdesarrollo, a tanta carencia como existen en tantísimos lugares del mundo y también muy cerca de nuestro entorno, en los cinturones de pobreza y marginalidad que rodean la mayoría de las ciudades industrializadas.


           Para transformar el mundo, que sería el objeto último de la venida de Dios, de Cristo, bastaría la práctica diaria de la generosidad con el sentimiento predispuesto a transformar la frivolizada realidad que envuelve nuestros días.

          La navidad, diferencialmente respecto a otras épocas del año, nos convierte en amables y educados, en estas fechas sacamos a relucir nuestra más abierta hipocresía.


Otra Navidad es posible
Feliz Navidad y venturoso Año Nuevo 2010

Alonso de Molina
Diciembre 2009
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sábado, septiembre 19, 2009

Disiénteme de ti. Se feliz.





Si me amas será tiempo baldío.
No me querrás por mi sonrisa esquiva
ni por la forma glamurosa de mi talle,
por mi hablar impaciente o mis juicios porfiados.


Suspirarás por mí porque mis ojos aman
la entregada mejilla de tus días
y ensalzan tus raíces con la pureza del incienso
en la entregada búsqueda de un instante de amor.


Cédeme tus prudencias, tus mesuras y horas,
lo profundo y lo llano, la luz y tus acentos;
cédeme tus desiertos, tus veranos, tu savia,
tus sonidos y espacios, tu voz y tus estruendos;
cédeme la confianza, la fe y la creencia,
tus certezas, tu sol, tu sed y tus insomnios;
cédeme tu pasión, tus lágrimas, tu vida,
tu dios, tu aliento, tu respiración.


Sobre los campos, solo esperas, solo inviernos.

Disiénteme de ti.
Se feliz.



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Estación Sagrada

©Alonso de Molina
Adicto a Lirycstorm

lunes, septiembre 14, 2009

_Del brillante blancor alpino a la subdesértica arcilla de Almería


Ayer, nuevamente, los caminos ofrecieron sus cauces a nuestros pasos. Los ocres traspasaban los ojos con la agudeza de unas obstinadas sendas que nos mostraban la cara y cruz de las verdades: Del brillante blancor alpino a la subdesértica arcilla de Almería.


Nuestra patria en su albor acogió con esmero las desganas y afanes. La renuncia y la entrega. Y en su luz inundó las horas de franqueza y bondad.


Nada podría detener la acogida. Las fuerzas pertenecen a la tierra que sostiene nuestra certeza. Nada es apariencia. Los cuerpos sienten cómo la energía se funde y complementa formando parte el uno del otro. Compartiendo dinámicas exactas, paralelas emociones, inquietudes que danzan en pos de nuevos empeños.


Confieso que no consiguió la lluvia aplacar la fiesta, su caricia impregnó el suelo y levantó algunos sueños.





Imágen cortesía de
 http://www.enlabuhardilla.com/ 


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jueves, junio 04, 2009

Los sueños son sólo símbolos que encarnan las quimeras


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Cómo alumbrar la oscuridad de un pecho
que ni dios ilumina.
Se podrían, tal vez, esconder los excesos,
la amargura feroz que nos hará sentir
la carne entre las algas, el amargor perdido,
durmiendo sus excesos con los ojos desnudos.

Podríamos prevernos sorteando la ruta que nos conduce al bosque,
nutrirnos de un sonido de esperanza
que a voz tranquila tararea sus ecos.
El mundo es un reflejo de lo que somos,
nada es tan verdadero ni tan dispar,
la cultura se engrandece en diferencias;
el cambio facilita el avance del hombre.
Los arraigos de fe, los crímenes,
la ambición de poder, la lujuria y el odio
nos atan a lo arcano y sibilino.


(Si. Tal vez las ortigas huyeron de aquel mes de octubre en que todas las cartas fueron perdidas por azar. No puedo simplemente decir: -Señor, no tengo nada; tan sólo los distintos rostros que cada día parpadean en mí. -Nada, Señor, no tengo nada. -Duermo sin ti, Señor, como un animal que no encuentra hogar.)


Tal vez la indiferencia pudiera herir rompiendo las razones.
No siendo nadie.
De no pertenecer a nada
y ser solo un extraño en el propio vacío.

A fin de cuentas,
todo es sagrado entre los lienzos:
Pintar una mejilla brotada entre naranjas
o escribir un poema para ungir de prudencia
los subrayados signos;

a veces llueve
y los sueños son sólo símbolos
que encarnan las quimeras.



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Adicto a Lyric Storm
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