viernes, abril 24, 2009

Un rastro de veranos



Harto de picaduras,
un pueblo al sur del sur, con su cíber, su plaza,
su locutorio y sus parados,
expresa la carencia en su aliento vencido,
pronunciando en derrota la indigencia aceptada.

Transitar la estrechez y el apremio del día,
no es la mayor miseria. Peor, ser miserable,
conformarse con nada.
Ningún camino fue tan difícil
como retrocederse con las manos vacías
al centro exacto del origen;
vislumbrar un linaje de huesos y osamentas
que acuna calaveras y rebusca sin manos
la sacrílega savia de la propia existencia.


A cuenta de mostrar el alma proclamada,
un rastro de veranos se agarró de las barbas
del incierto destino de una estrella sin luz.
Y sin fortuna,
en el eco de un sueño emocionado,
se untaba del hambriento espejo
de una mujer sin miedo,
donde el hambre brillaba
y el sol era la llama, la abundante corona
que de blandirse en todas direcciones, temblaba
como una telaraña desprendida del cielo.


Jamás bajo la brisa, bajo los espejismos,
aferrado a la tierra y al poderoso invierno,
un verano había florecido tanto

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Summer, de Frederick Carl Frieseke [American Impressionist Painter, 1874-1939]
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Adicto a Liryc Storm
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©Alonso de Molina

jueves, abril 09, 2009

¿No es peor levantarse de mal humor? (Microrelato 100 palabras)






“Estaba en el baño preguntándome si me masturbo demasiado”. Afirmaba por la radio una joven que había leído que unos momentos de gozo y sudor pueden liberar mente y cuerpo de tensiones y stress. Le preocupa estar fuera de lugar y desearía consultar porqué la masturbación la hacía sentirse bien. El amor a uno mismo podría ser un primer paso hacia el amor a los demás. Pero hemos oído historias acerca de la maldición de dios. Entonces qué hacer si uno se levanta cada mañana con un pene erecto que mediatiza sus actos. ¿No es peor levantarse de mal humor?



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TAPAZIA

Pero degustando un formatge en el Bar Tapazia oímos alguna  historia acerca de la maldición de dios